México.
Desde las botellas de agua, los garrafones, los toppers y hasta en la comida procesada es donde encontramos el plástico a nuestro alrededor. Por eso es muy importante conocer los tipos que existen y su clasificación, ya que de esto depende el impacto que generan en la salud y en el medio ambiente.
El Código de Identificación es un sistema internacional para clasificar los plásticos. Son siete números que también indican el grado de toxicidad y se localizan generalmente debajo de cualquier envase.
El número uno PET, lo encontramos generalmente en botellas de agua y refresco. Número dos HDPE localizado en productos de limpieza, cremas, leche y en diferentes contenedores, es uno de los más utilizados.
El número tres PVC, un material muy difícil de reciclar y uno de los más peligrosos para el medio ambiente y la salud. Se utiliza en la construcción, material médico y de calzado.
Número cuatro LDPE este plástico se produce a través del gas natural, es muy barato y se encuentra en bolsas aislantes, tapaderas y productos flexibles.
El número cinco PP, es muy resistente al calor y se ocupa principalmente en productos de cocina, pañales, toppers, platos y vasos.
El número seis PS, es muy resistente y por eso se ocupa para la construcción y en laboratorios.
El último en la clasificación es el número siete, otros tipos de plásticos, sus componentes son más desconocidos, no se pueden reciclar y son más contaminantes. Se localizan en los envases de pasta dental, discos compactos y biberones.
Las distintas sustancias liberadas por los plásticos han sido objeto de estudio por diferentes instituciones internacionales y nacionales como la UNAM. Han encontrado bisfenoles y ftalatos en pacientes con cáncer de mama, sustancias que afectan la función hormonal y reproductiva e incrementan el riesgo de padecer cáncer y diabetes.
Por esta razón, los tipos de plásticos recomendables para su uso en alimentos y bebidas son los número 1, 2, 4 y 5. Y los que debemos evitar o usarlos con precaución son los 3, 6 y 7, por su tipo de producción y sustancias químicas dañinas para el cuerpo y el material que no podrá ser reciclado o degradado en cientos de años.
Por: TVUNAM.
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