Por Octavio Ispanixtlahuatl/Omar Amador/Yolanda Chirino
Actualmente en la industria automovilística podemos encontrar gran variedad de modelos que ya no solo se ajustan a nuestras necesidades, si no también intentan reducir las emisiones de contaminación a la atmósfera para contrarrestar los efectos del cambio climático y ayudar a mejorar la calidad de vida de los humanos. Pero ¿cómo llegamos aquí?
Los primeros automóviles fueron eléctricos
Gracias al italiano Alessandro Volta, a principios del siglo XIX se empezaron a fabricar las primeras pilas. Después, en 1821 el inglés Michael Faraday demostró los principios del motor eléctrico empleando la pila química descubierta por Volta, por lo que estrictamente los autos eléctricos están altamente relacionados con la historia de las baterías.
Pero fue hasta 1982 cuando se empezaron a comercializar los primeros vehículos eléctricos; sin embargo, no se lograron las ventas esperadas ya que las baterías, al contener plomo, eran muy pesadas, los autos no eran ligeros y además las baterías no eran recargables. Por lo tanto, la industria del automóvil clásico de combustión que utilizaba gasolina o diésel les ganó terreno y los autos eléctricos quedaron momentáneamente en el olvido.
La llegada a México de los automóviles
En México, los primeros automóviles de combustión empezaron a llegar desde 1902. Cuatro años después, ya circulaban en territorio mexicano cerca de 800 vehículos, por lo que el presidente Porfirio Díaz implementó los primeros señalamientos en las principales avenidas y empezó a nombrar las primeras autopistas del país.
La adquisición de los automóviles de combustión en México fue tan elevada que en 1965 ya había cerca de 97,000 vehículos y para el año de 1982 se alcanzó la cifra de 6,695,164 de vehículos motorizados ¿Te imaginas cuántos automóviles de combustión hay ahora? De acuerdo con el INEGI, la población total de la CDMX en el 2020 fue 9,209,944 habitantes, en donde circulan aproximadamente 6.4 millones de vehículos.
Entonces si dividimos la cantidad de habitantes entre la cantidad de vehículos que circulan en la capital obtendremos que en la CDMX circula un vehículo por cada 1.4 capitalinos, es decir en algún momento ¡podría existir un automóvil por cada habitante!, algo que podría ser preocupante en términos de contaminación ambiental, auditiva y sobre todo en vialidades.
¿Cuáles fueron los primeros retos enfrentados?
El principal problema de los autos de combustión siempre ha sido la generación de contaminantes atmosféricos, por lo que en 1970 en Estados Unidos se empezaron a regular las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) con la aprobación de la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act, CAA) por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (por sus siglas en inglés – EPA).
Posteriormente esta ley fue modificada en 1990 y se establecieron nuevos estándares de emisiones para gases orgánicos sin metano (aldehídos, cetonas, alcoholes), dióxido de azufre (SO2), partículas (PM10 y PM2.5), monóxido de carbono (CO), compuestos orgánicos volátiles (VOC), ozono (O3) y plomo (Pb).
En México, como medida precautoria ante el incremento vehicular y para reducir la emisión de contaminantes, desde 1989 se empleó el “Programa de Verificación Vehicular (PVV)” y el “Hoy no circula (HNC)” para todos los vehículos registrados en los 18 municipios del Estado de México y a las 16 alcaldías de la Ciudad de México.
Sin embargo, desde su implementación ha existido el debate de si ambas medidas han tenido el 100% de eficacia, ya que la generación de contaminantes al ambiente no ha disminuido por muchos factores.
Algo muy interesante que sucedió ante la implementación de estos dos programas fue que los ciudadanos con buenos recursos económicos empezaron a tener dos o más automóviles para precisamente circular diario, llevando a un incremento significativo del registro vehicular.
Además, las motocicletas de combustión no entran en el programa de PVV y HNC y se ha calculado que este tipo de transporte emite 16 veces más hidrocarburos y tres veces más monóxido de carbono que los automóviles de combustión de acuerdo con el artículo publicado por Vasic & Weilenmann en el 2006.
Es tanto el incremento de automóviles en el valle de México y la Zona Metropolitana, que solo en el Estado de México y en la CDMX se concentra casi el 30% del total de vehículos registrados en el país y actualmente se calcula que hay casi 6 millones de motocicletas en circulación.
¿Qué medidas se han tomado para reducir los contaminantes atmosféricos?
A nivel mundial se han buscado alternativas para reducir estos contaminantes, como mejorar los componentes de catalizadores en los automóviles de combustión, fomentar el uso de bicicleta, patines, scooter’s, e-bikes, hoverboards, utilizar el transporte público o la comercialización de automóviles que reduzcan la generación de contaminantes atmosféricos, pero esta última ¿será una buena estrategia?
De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos actualmente existen principalmente cuatro tipos de automóviles disponibles en el mercado que intentan reducir la emisión de contaminantes al ambiente.
Ahora bien, a excepción del último vehículo, los demás necesitan de energía eléctrica para cumplir sus funciones básicas lo que deriva en una mayor producción de este tipo de energía para abastecer estas y otras necesidades, lo que nos enfrenta a otras problemáticas.
Automóviles “amigables con el ambiente”, nuevos problemas
Uno de los problemas en crecimiento es que la mayoría de la energía eléctrica generada en las plantas eléctricas proviene del gas natural, empleando una turbina de gas, gas natural y corriente de aire para producirla a través de un generador y un imán.
Según la Comisión para la Cooperación Ambiental (CEC), las plantas eléctricas generan emisiones de SO2, óxidos de nitrógeno (NOX), PM10 y PM2.5, dióxido de carbono (CO2) mercurio (Hg) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) que tienen implicaciones en enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso cáncer.
Además, de acuerdo con el artículo de Luong y colaboradores en el 2022 las baterías contienen varios metales como litio, cobalto, níquel, manganeso y aluminio y como consecuencia se están explorando nuevas minas para obtener estos elementos que tienen impacto ambiental, efectos en la salud humana, e implicaciones culturales, económicas y sociales.
Bajas emisiones, pero contaminación con las nuevas baterías
Con el mayor uso de baterías también hay que tomar en cuenta su desecho, ya que se tienen que reformular las políticas ya existentes para incrementar su reciclaje y evitar una mayor contaminación ambiental por los productos químicos que contienen.
Por otro lado, parte de las medidas que los gobiernos han implementado para fomentar el uso de vehículos totalmente eléctricos se encuentran: planes de financiamiento accesibles, inversiones públicas en estaciones de recarga o subsidios para cargadores domésticos, adquisición de vehículos eléctricos públicos como patrullas o ambulancias, implementación de transporte público eléctrico y acceso preferencial a los vehículos eléctricos, pero ¡ojo! los precios de los autos eléctricos o híbridos aún son elevados para la mayoría de la sociedad.
Cada día la industria automotriz sigue incorporando nueva tecnología para hacer los vehículos más eficientes y amigables con el ambiente, por lo que se espera que para el 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan al 55% y para el 2050 lleguemos a una reducción de contaminantes hasta un 73%.
Incluso, en Europa, en el 2023 los vehículos eléctricos registrados representaron una quinta parte del total de vehículos, por lo que posiblemente en unas décadas el 100% de los vehículos serán eléctricos.
No obstante, ante una mayor producción y adquisición de vehículos eléctricos se necesitará más energía eléctrica, más plantas generadoras y por lo tanto, un incremento de los contaminantes atmosféricos derivada de esta industria, por lo que posiblemente solo se estaría cambiando la fuente de emisión; esto sin dejar a un lado la exploración y explotación de nuevas minas y el incremento de desechos químicos derivados de las baterías.
¿Qué opinas tú? ¿Qué medidas deberían implementarse en México y a nivel mundial para mejorar la calidad del aire? ¿Los automóviles eléctricos son una solución viable para reducir la contaminación ambiental? ¿Piensas que en algún momento respiraremos aire 100% limpio?.
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