España.

La cátedra de cambio climático, territorio y riesgos ambientales en el Mediterráneo de la Universidad de Valencia, dirigida por los catedráticos Joan Romero y Ana Camarasa, organizó el seminario “Lecciones Aprendidas después de la DANA de Valencia: luces, sombras y recomendaciones.” 

“La comunidad científica hace mucho tiempo que está haciendo bien su trabajo hace décadas que viene advirtiendo sobre los efectos del cambio climático. Ya sabemos además que los efectos en el terrario serán más extremos que en otras partes del mundo. Ante catástrofes de esta magnitud como la que ha ocurrido en Valencia este año pasado yo quiero pensar que esto nos permite subir un escalón en el nivel de percepción, tanto de los poderes públicos como de la ciudadanía concernida”, destacó Joan Romero, docente.

“Yo no creo en una solución ni única ni faraónica, pero sí que creo en soluciones terapéuticas integradas que ayudan a buscar una solución entre todos. O al menos, o sea, el riesgo cero no existe, vamos a partir de ahí. Una solución ni es única ni implica el riesgo cero y a partir de ahí a ver cómo convivimos con el riesgo que es propio de este territorio”, comentó Ana Camarasa, docente.

La jornada reunió a la comunidad científica, administraciones públicas y miembros de la sociedad civil para extraer lecciones que dejó la DANA del 29 de octubre de 2024 y plantear propuestas de actuación para el futuro.

Somos territorios vulnerables, somos territorios de riesgo y deberíamos ser capaces de sacar enseñanzas de lo ocurrido hace ahora un año y eso requiere un cambiar por completo la agenda de políticas públicas. Entre los aspectos que hay que abordar, justamente está el de poner en marcha políticas públicas de concienciación desde la educación infantil hasta la universidad y luego para el conjunto de la ciudadanía”, dijo Romero.

“Pues que cada vez hay menos tiempo de reacción porque toda la intensidad implica que todo pasa mucho más rápido y que además se producen cambios en el territorio porque hay mucha fuerza en el fenómeno y esos cambios están modificando las zonas inundables, porque ya no son como eran. Y el río ha modificado el territorio. Luego ahora tenemos otro territorio, otro espacio inundable y eso habría que darle un vistazo, una mirada y una reflexión más profunda”, contó Camarasa.

“Desde la ciencia sabemos mucho, pero la ciencia es lo que falló, pues poco puede aportar. Porque, ¿sabe? Yo creo que falló el factor humano. Pero el daño de las vidas, es factor humano. Si se hubiera avisado a tiempo, probablemente muchas de las personas que no están con nosotros vivirían. Y esto no tiene ninguna explicación científica, no requiere más explicación científica. Sencillamente, se hicieron las cosas tarde y mal. Si hubieran hecho pronto y bien, muchas de las personas que no están estarían con nosotros”, relató Romero.

De este seminario se extraen importantes recomendaciones fruto de investigaciones e informaciones recientes de cara a tener en cuenta en el futuro. Entre otras, se subraya la necesidad de reforzar los servicios públicos y el apoyo emocional y social a las comunidades afectadas.

Por: Universidad de Valencia (UV).