Argentina.

El Parque Nacional Calilegua es refugio de la mayor biodiversidad de Argentina y hogar de la mitad de sus aves y mamíferos en peligro de extinción. Pero aquí hay también doce pozos petroleros activos y otros veintidós inactivos mal cerrados. Uno de ellos colapsó y contaminó el entorno. A comienzos de septiembre, la Corte Suprema de Argentina ordenó que en cinco años deben cerrarse los treinta y cuatro pozos y reparar el daño ambiental. La abogada de los vecinos denunciantes lo celebra como un hito.

Hubo afectación del suelo, del subsuelo, de la flora, de la fauna, también en cuanto al agua de consumo, porque decimos que eso, esos ríos y esos ríos afectan tanto las comunidades cercanas a los ríos como también a otras comunidades que se alimentan y que reciben el agua para la producción y por supuesto para el consumo”, dijo la abogada.

En 1969, la petrolera estatal argentina YPF comenzó a explotar el yacimiento. Diez años después, se creó el Parque Nacional, pero la extracción continuó. Más tarde, los pozos pasaron a otras petroleras como la privada argentina PlusPetrol y la china JHP.

En la actualidad, pertenece a dos empresas de energía de la provincia argentina de Jujuy. La Corte condenó por el daño a la administración de Jujuy sus dos compañías energéticas y al Estado nacional y exculpa a las petroleras que produjeron en primer lugar.

A solo diez kilómetros del pozo colapsado está el pueblo de El Bananal, donde viven setecientas personas indígenas guaraníes. Allí una misionera laica católica fue una de las primeras que denunció la contaminación y recuerda que murieron animales cuando se desbordó el pozo en 1997.

En la salud animal sí fue importante. En la salud humana no llegó, pero expertos que conocen el tema dicen que los caños se pueden reventar abajo y afectar las aguas”, denunció la misionera.

Desde este taller en Buenos Aires, Greenpeace organizó, al igual que otros grupos ambientalistas, campañas para terminar con la explotación petrolera en el Parque Nacional. Incluso recurrió a la justicia.

Nosotros siempre decimos que la explotación petrolera dentro de un área protegida es absurda, es peligrosa y es ilegal porque viola leyes, viola leyes de parques nacionales, viola leyes de hidrocarburos, viola leyes, la ley de bosques, por ejemplo. Entonces nos parece que esto es ejemplificador para también cuidar la biodiversidad”, destacó la misionera.

Pese a que la responsabilidad de la contaminación le cabe a gobiernos de las últimas seis décadas, las autoridades actuales en Argentina y Jujuy no aceptaron ser entrevistadas por DW.

Ambos estados deben invertir unos setenta millones de dólares para cerrar y remediar los pozos. Ahora solo falta esperar que los gobiernos de Argentina y la provincia de Jujuy cumplan con el fallo de la Corte Suprema y remedien el desastre ecológico.

El problema es que ya ha habido fallos de la Corte que se han incumplido, inclusive Medio Ambiente.