Guadalajara, Jalisco.

En el marco de la Feria Internacional del Libro Guadalajara, se llevó a cabo la conferencia “Habitar el cuerpo que me habita”. Este espacio, moderado por la creadora de contenido Ale Solares, reunió a las escritoras y activistas trans Elizabeth Duval y Alana S. Portero para reflexionar sobre la experiencia de habitar el cuerpo desde perspectivas literarias y personales.

Ale Solares abrió señalando la crudeza y protesta que caracterizan las obras de las autoras. Elizabeth Duval y Alana Portero son provenientes de España y compartieron cómo sus textos vienen de emociones intensas como la rabia y el enojo, que se canalizan hacia la búsqueda de espacios para las personas trans en una sociedad que etiqueta antes de escucharlas.

Portero destacó que siempre prioriza la calidad en sus trabajos literarios: “Yo decido qué etiquetas me pongo, no las que los demás me asignan”.

El contexto español también formó parte de la discusión. Alana describió Madrid como una “ciudad trans”, una urbe compleja con múltiples capas y donde desaparecer puede ser una forma de encontrarse a una misma.

Por su parte, Duval rememoró su infancia en la parte de Barajas, al lado de un rastro, y cómo esa experiencia moldeó su relación con el entorno urbano. Ambas coincidieron en que el entorno social puede ayudar a deconstruirnos, citando a Duval: “Lo que nos hace y nos deshace son los otros”.

En cuanto a la relación con sus cuerpos, las autoras respondieron lo siguiente: Alana expresó una postura radical al afirmar que la conformidad con el propio cuerpo no existe, esto por fenómenos como la disforia, que congelan y silencian.

Elizabeth respaldó esta idea, aunque ambas destacaron momentos de euforia vinculados a las interacciones humanas. Portero, por ejemplo, mencionó que esos instantes han venido de la participación activa de otras personas en su vida.

La conferencia cerró con Alana que invitó a las y los asistentes a escribir con libertad y defender sus textos con firmeza: “Escriban lo que quieran escribir y defiéndanlo como sea”.

Nota y fotografía de Bernardo Enriquez / NCC Iberoamérica