México.
El doctor Francisco Rubio Laurean, adscrito al Servicio de Glaucoma en el Hospital Civil de Guadalajara, nos habló sobre aspectos fundamentales de la enfermedad de glaucoma.
Existen diferentes tipos y se caracteriza por un daño al nervio óptico, es decir, la vía que transmite imágenes del ojo hacia el cerebro.
Esta patología es una de las principales causas de ceguera a nivel mundial: se estima que para el 2040 podrá haber más de 100 millones de personas afectadas con esta etiología. Suele presentarse en edades avanzadas, después de los 40 o 50 años y a mayor edad, hay más riesgo de padecer este problema.
No tiene una afinidad por sexo, puede presentarse tanto en hombres como en mujeres, pero sí se puede asociar a algunas enfermedades como la diabetes y la hipertensión, las cuales pueden dar otro tipo de glaucoma asociado a estas mismas.
En torno a este padecimiento hay dos grupos: lo que se conoce como ángulo abierto y ángulo cerrado. El de ángulo abierto es más común y desafortunadamente no presenta síntomas en las etapas iniciales.
A menos que la enfermedad esté muy avanzada, el paciente iniciará con problemas en cuanto a la visión periférica o de los lados, es decir, puede costar trabajo tomar objetos de la mesa, chocar con los bordes de las puertas, pero aun así ser capaz de leer o ver sin ningún otro problema de visión, por ello la importancia de una revisión constante.
El glaucoma de ángulo cerrado, aunque no en todos los casos puede generar un dolor significativo o molestias fuertes en el ojo, punzadas, ojo rojo y otras alteraciones que se presentan en la noche o en áreas con poca iluminación.
Este tipo de glaucoma, al igual que en el anterior, conforme va avanzando va disminuyendo la visión, primero en la periferia y finalmente en el centro. Es importante que se haga una evaluación en pacientes mayores de 50 años y más aún si hay antecedentes en la familia.
Para la detección, se realizan diferentes pruebas en el consultorio, entre ellas la toma de la presión intraocular, uno de los factores más importantes, pero no es el único a tener en cuenta, así como el estado del nervio óptico.
Si durante la revisión se encuentra alguna alteración, se solicitan estudios sobre todo en campos visuales y la tomografía de coherencia óptica que permiten determinar si hay algún daño en la visión o en el nervio. Si se detecta algún cambio es necesario iniciar un tratamiento ya que el glaucoma es irreversible.
El tratamiento tiene la finalidad de evitar que la enfermedad avance. En tratamiento médico se utilizan gotas de manera indefinida. En algunos casos puede ser necesario realizar cirugía.
Es importante entender que la cirugía no es para curar el glaucoma, solo se realiza para controlar la presión intraocular, que hasta el momento de todas las causas que pueden intervenir en el desarrollo del glaucoma es el único factor que podemos modificar para evitar que empeore.
Por: Hospital Civil de Guadalajara.
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