Palestina.

A Sari, le detectaron un tumor canceroso en el esófago hace un año. Su salud se deterioró tras el cierre del hospital de la amistad turco-palestina. Lo trasladaron al hospital de Khan Yunis, pero no pueden proporcionarle el tratamiento médico que necesita

“Dejar el hospital de la amistad turco-palestina fue como una sentencia de muerte para mí porque no hay otro lugar donde pueda recibir el tratamiento médico que necesito. Es el único hospital que trata el cáncer en Gaza. Mi vida está en peligro, ya no hay tratamiento, no hay nada, solo me queda la decisión de Dios”, dijo.

Ataques aéreos como este del 10 de octubre dañaron el hospital. Su directora aseguró que los aviones de combate de israelíes atacaron el hospital, lo que Israel niega.

El hospital se quedó sin combustible y sin electricidad, eso dejó en peligro a los 2 mil pacientes de cáncer de Gaza que recibían tratamiento. Según las autoridades sanitarias, cuatro pacientes murieron desde el cierre del hospital.

Los médicos tuvieron dificultades para trasladar al resto a otro hospital de la ciudad de Khan Yunis, en el sur de Gaza que no trata el cáncer. El reto es hacer un traslado de los pacientes que no es seguro. Organizaciones internacionales como la Cruz Roja, deben trasladarlos hacia y desde el hospital.

Otro gran problema es que muchos servicios no se pueden brindar en Gaza. Los pacientes deben ser trasladados fuera de la franja, ya sea para obtener un diagnóstico o para recibir un tratamiento especial.

“Estos son algunos de los obstáculos a los que nos enfrentamos para poder salvar la vida de algunos pacientes o para aliviar su dolor. Hay más de 1 mil pacientes que necesitan tratamiento fuera de Gaza”, dijo un médico. 

Sari y otros 70 pacientes de cáncer del hospital temen empeorar y perder la vida.