Bélgica 

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) intentarán alcanzar este martes la unanimidad necesaria para aprobar un impuesto a las empresas digitales durante su reunión (Ecofin) de Bruselas, para lo cual habrá que vencer las reticencias de socios como Irlanda o Suecia.

La iniciativa propone una tasa del 3 % sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las compañías de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE y se aplicaría de forma temporal.

El objetivo es paliar la disparidad que existe entre lo que pagan en concepto de impuesto de sociedades estas plataformas digitales (9,5 %) y las empresas tradicionales (23,2 %), mientras se busca una solución global definitiva para gravar estos nuevos modelos económicos en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Al tratarse de una cuestión fiscal, es necesaria la unanimidad de los veintiocho socios comunitarios para que la medida se convierta en ley, pero Irlanda, Suecia, Dinamarca y Finlandia no están dispuestas a apoyar la tasa porque prefieren una solución global.

Fuentes comunitarias dijeron la semana pasada que un segundo grupo de países formado por Estonia, Chipre y Luxemburgo estaría dispuesto a votar a favor de la iniciativa si Irlanda, Suecia, Dinamarca y Finlandia vencen sus reticencias.

Además, Alemania, Holanda y el Reino Unido no ven viable aprobar la tasa antes de fin de año, mientras que Letonia, Lituania y Malta quieren resolver aspectos técnicos que, según las fuentes, no suponen un obstáculo «importante» para dar su visto bueno a la propuesta.

La presidencia austríaca del Consejo de la UE, el organismo que representa a los Estados miembros, aspira a conseguir un acuerdo general sobre la tasa el martes, pero fuentes comunitarias admitieron la semana pasada que aún quedaban cuestiones «abiertas».

En ese sentido, las fuentes reconocieron la necesidad de «trabajar hasta el último minuto para tener a todos (los países) a bordo«.

Francia ha sido la principal impulsora de la iniciativa y este lunes su ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, declaró que cree que París y Berlín deberían ser capaces de alcanzar un consenso en las próximas horas.

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, señaló que el trabajo técnico ya se ha concluido y que aprobar la tasa depende ahora de la «voluntad política».

En ese sentido, constató que aún hay entre los Estados miembros «algunas reticencias», pero aseguró que se les intentará «convencer».

En la reunión de titulares económicos de la UE del pasado 6 de noviembre se planteó la posibilidad de que el impuesto, aunque se aprobara este diciembre, solo entrará en vigor el 1 de enero de 2021, si para entonces no hay una solución internacional en la OCDE.

Sin embargo, el club comunitario se plantea ya retrasar hasta el 1 de enero de 2022 la posible aplicación del impuesto digital, incluso si se logra aprobar mañana.

Mientras siguen los debates en la OCDE y en la propia UE, varios países, incluido España, han planteado sus propios impuestos digitales nacionales.

por: EFE