México.
Seguramente, han escuchado frases como: «Parirás con dolor». Esta frase se origina en la Biblia, en el libro de Génesis, y se refiere a la experiencia del dolor durante el parto como una parte inevitable de la condición humana.
El dolor del parto es uno de los dolores más intensos que experimentan los seres humanos y, a menudo, se compara con otras formas de dolor severo. Para contextualizar su intensidad, se describe frecuentemente como un dolor visceral y somático combinado, que varía en intensidad a lo largo de las etapas del parto.
En términos de analogía, el dolor de parto en su fase temprana puede ser comparado con los cólicos menstruales extremadamente fuertes o el dolor de una apendicitis aguda. A medida que el trabajo de parto progresa, el dolor se intensifica y puede ser comparable al dolor de una fractura ósea compleja o al dolor asociado con cálculos renales o nefrolitiasis.
Sin embargo, muchas mujeres describen el dolor del parto como algo único que no se asemeja completamente a otras experiencias dolorosas. El dolor de parto se sitúa en el extremo superior de la escala del dolor, a menudo evaluado entre siete y diez en una escala de cero a diez.
Durante la fase activa del parto, muchas mujeres califican su dolor cerca del máximo en la escala, similar al dolor de una migraña severa o el dolor postoperatorio sin analgesia.
No obstante, es importante señalar que la percepción del dolor es subjetiva y puede variar considerablemente entre mujeres, influenciada por factores como la preparación para el parto, el apoyo emocional y las intervenciones analgésicas disponibles.
Por tanto, prepararse emocionalmente para el parto reduce el miedo, aumenta la confianza y mejora la experiencia subjetiva del dolor de parto.
Por: SumaTV.
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