Guadalajara, Jalisco

¿Conoces a la vaquita marina? La vaquita marina  oPhocoena sinus’ es uno de los cetáceos más pequeños del mundo y una especie endémica del Golfo de California (México) que está en peligro de extinción. 

Datos como estos se mencionaron en la charla “Vaquita marina: protección urgente” con la participación de la bióloga y escritora, Brooke Bessesen y la periodista científica, Luisa González en la edición 37 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. 

“Son lo suficientemente inteligentes para reconocer a sus familias. Emiten ecos sonoros para comer peces y para avisar la existencia de peligros. Son animales que siempre andan en pares o grupos”, dijo Bessesen. 

En esta línea, habló de “Ana”, una vaquita marina que hasta el momento se está quedando sola, pues la población de esta especie disminuyó en gran medida en las últimas décadas. 

“Al principio, cuando yo empezaba a estudiar a las vaquitas había 250 ejemplares. En 2008 había 250, pero para 2016 había descendido solo a 60”, y de ahí, conforme ha pasado el tiempo, la población se redujo aún más, pues “en 2017 la población cayó de 60 a 30 ejemplares, detalló. 

La bióloga explicó que después de este suceso se buscó la alternativa de mantener en cautiverio a la especie para poder preservarla, pero el intento fracasó, ya que una de las vaquitas murió por estrés. “Aquí es cuando decidimos reunir a “Ana” con su madre, pero ésta no pudo reunirse con ella”

Después de este conteo, la población bajó a 10 ejemplares, reduciendo así a un 99.9% el total de su población. 

¿Qué amenaza la sobrevivencia de la vaquita marina?

Esta marsopa está descendiendo a causa del uso de redes de pesca. “Son baratas, fáciles de utilizar, las lanzan y dejan sueltas en el mar, y aunque el fin no es capturar vaquitas, estas quedan atrapadas por accidente. Estas redes cuando se pierden o se desechan duran años flotando y capturando animales”, apuntó. 

Asimismo, explicó que la disminución de vaquitas marinas es un efecto colateral de la pesca ilegal de totoaba, un pez que solo habita el mar de Cortés y del que se alimenta la vaquita.

“La totoaba está en peligro de extinción gracias a la venta de la vejiga de totoaba que suele venderse en sopas en China. La población no entiende que las vaquitas marinas también se ven implicadas en esta disminución”, detalló. 

En esta misma línea expresó que el peligro es mayor para las vaquitas porque estas no se reproducen con la misma frecuencia que la totoaba. 

¿Hay probabilidades para su conservación?

Bessesen explicó que los métodos científicos que permiten contabilizar a la especie combinan datos visuales y acústicos: “Salen en botes siguiendo líneas de una cuadrícula para contar y ubicar vaquitas. Y con el monitoreo acústico de C-PODS permite hacer monitoreo acústico  que detecta bajo el agua su sonar. Con ello se hacen los cálculos para estimar cuántas vaquitas quedan en ese hábitat”.

Un dato clave que rescata la bióloga es que de 2019 a 2023 siguen existiendo las mismas  10 vaquitas, lo que según explicó, permite pensar que la especie está intentando sobrevivir y adaptarse a la situación actual. 

“10 vaquitas no pueden criarse en cautiverio, pero estas marsopas no tienen mucho problema para criarse en libertad porque 10 vaquitas son suficiente para cuidar la población permitiendo su reproducción. No está condenada a extinguirse, puede sobrevivir, la ciencia lo demuestra. Ahora, solo hay que pensar en un hábitat sano con el uso de equipos de pesca alternativos”, dijo. 

Asimismo, mencionó que aunque ya existe una ley en México que protege a la especie, es necesario que la sociedad y los pescadores colaboren para que se conserve. 

Por: Denisse Godínez / NCC iberoamérica.