Guadalajara, México.
Es mucho lo que sabemos, sin embargo, las preguntas más fundamentales continúan sin ser respondidas: ¿qué es la misteriosa materia oscura del universo?, ¿y la energía oscura? ¿Por qué hay más materia que antimateria?
Miles de físicos y físicas trabajan en todo el mundo para intentar responder a estas intrigantes cuestiones. El objetivo es llegar a formular una «teoría del todo»: una teoría que no solo describiría perfectamente cómo es el universo, sino por qué es como es.
Pero… ¿Existe una explicación científica «última» de la naturaleza? ¿Están nuestros cerebros capacitados para entenderla?
La búsqueda del conocimiento más profundo sobre el mundo que nos rodea nos lleva a las fronteras mismas del saber. Según Alberto Casas, la física de partículas se entrelaza con temas fundamentales como el cambio climático y la investigación de células madre. Estos campos representan la exploración de explicaciones en su nivel más esencial, conectados intrínsecamente con la física de partículas.
«¿Por qué la hierba es verde? ¿Por qué lucen las estrellas?». Estas preguntas, aparentemente simples, nos conducen hacia esa frontera del conocimiento.
Casas señaló que todas las propiedades de las sustancias del mundo se originan en los elementos de la tabla periódica. Sin embargo, la explicación no es completamente satisfactoria. Surge la interrogante: ¿a qué se deben realmente estas propiedades?
«Todo lo que sabemos de las partículas está concentrado en el modelo estándar», afirmó Casas. Este modelo, desarrollado en la década de 1980, se basa en las teorías de la relatividad y la mecánica cuántica. Se presenta como una teoría relativista y cuántica que analiza los componentes de la materia y sus interacciones.
En su esencia más básica, el modelo estándar se conforma con tres familias o formulaciones de partículas fundamentales, aunque se plantea la posibilidad de descubrir más en el futuro.
«La ciencia debe ser una fusión entre la teoría y la constante experimentación», enfatizó Casas. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC), por ejemplo, fue fundamental para comprobar la existencia del Bosón de Higgs, conocido popularmente como la ‘partícula de Dios’. Sin embargo, este tipo de avances experimentales requiere no solo teorías sólidas, sino también tecnología avanzada y capacidades experimentales precisas.
Pero, ¿cuál es el propósito último de este continuo sondear de lo fundamental? «El objetivo final de la física fundamental es la explicación última de todas las cosas: la teoría del todo», sostuvo Casas.
«Deberían explicarnos por qué las fuerzas electromagnéticas son como son», comentó reflexivamente. «¿Existirá una explicación última de la naturaleza? ¿Seremos capaces de entenderla?».
El futuro de la física fundamental parece estar en constante evolución, con proyectos más ambiciosos que el LHC. Los misterios sin resolver continúan siendo una fuente de inspiración para investigaciones futuras, con la esperanza de alcanzar esa comprensión última de la realidad.
Por: Leslie Almanza / NCC Iberoamérica.
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