Ecuador.
Utilizar la tecnología para restaurar y reforestar ecosistemas dañados por incendios, sequías y el cambio climático es el objetivo de un grupo de estudiantes de la carrera de biotecnología de la Universidad Técnica del Norte en Ibarra, Ecuador. Quienes con la guía de sus maestros crearon bombas de semillas inteligentes que promueven la conservación del ambiente.
“Este proyecto tiene una connotación social y también científica y por supuesto ambiental y por qué las llamamos inteligentes es que tienen tanto semillas endémicas de estos ecosistemas como también microorganismos específicamente seleccionados que promueven la restauración del suelo y el crecimiento vegetal”, dijo María Echeverría, docente.
Esta técnica innovadora tiene su incipiente origen en el antiguo Egipto, donde los agricultores las utilizaban para conservar sus granos durante las crecidas del río Nilo. La misma técnica se empleó en entornos desérticos como África.
“La gente por la necesidad de sembrar e inspirados en el escarabajo pelotero empezaron a tomar tierra, arcilla y encapsular semillas para poderla sembrar más fácilmente. Entonces con el objetivo de generar una aplicación, quisimos darle tecnología a esta práctica, digamos simple, de los pequeños agricultores llevando la biotecnología a otro nivel”, comentó Echeverría.
Estas bombas de semillas creadas con rigor científico en el laboratorio, están diseñadas para esparcirse en escenarios amenazados principalmente por incendios, tal es el caso del paramonguino, un valioso y a la vez frágil ecosistema que ocupa cerca de 300 mil kilómetros cuadrados de Sudamérica. Aquí, las bombas de semillas inteligentes actúan acelerando hasta tres veces más el proceso de recuperación del suelo.
“Justamente la tecnología lo que trata es de tener un proceso acelerado de restauración de estos ecosistemas. La semilla, al tener justamente microorganismos que son promotores del crecimiento vegetal, entonces esto va a permitir mejorar todos estos nutrientes y también permitir el establecimiento de especies vegetales que han sido afectadas por incendios”, contó Yajaira Fuertes, estudiante.
Las bombas no solo contienen semillas, también microorganismos que potencian su función. “Básicamente nosotros utilizamos microorganismos en las bombas, colaboran en la germinación con la producción de fitohormonas y así pueden tener una mejor germinación en un tiempo menor o pueden ser mucho más resistentes a situaciones bioclimáticas”, dijo Juan Villafuerte, estudiante biotecnología. Por su aporte ambiental, este innovador proyecto obtuvo un reconocimiento por parte de la Red Universitaria de Investigación de Ecuador.
Por: UTN.
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