Sharm el-Sheij, Egipto.
La Conferencia de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP27), finalizó en Egipto con un acuerdo histórico para crear un fondo de pérdidas y daños que ayudará a los países en desarrollo, entre ellos los de América Latina, a asumir la carga financiera de la crisis climática.
Sequías, inundaciones e incendios son cada vez más frecuentes e intensos por la crisis climática, y los impactos que generan causan “pérdidas y daños”, especialmente en los países más vulnerables. De allí surge el término, que cubre pérdidas tanto económicas, como destrucción de infraestructura, cultivos y afectación de fuentes de trabajo, y no económicas, como impacto en la biodiversidad o incluso la muerte de personas.
El logro es resultado de al menos una década, en que los países del Sur global reclaman un resarcimiento a los países ricos, principales generadores de emisiones que impulsan el calentamiento climático.
El fondo —cuyo monto todavía no está definido y podría contar con aportes públicos y privados— no estará operativo hasta por lo menos el año próximo. Los países acordaron trabajar en un comité que deberá tener lista para la COP28 una hoja de ruta. Queda pendiente definir qué países podrán aplicar y cómo se financiará.
Gran parte del logro se explica por el frente común presentado en la cumbre por los países de América Latina, que negocia en diferentes bloques en las conferencias climáticas. La región es una de las más afectadas a nivel global por la crisis climática.
Los países desarrollados ya se habían comprometido a otorgar US$ 100.000 millones anuales a los países en desarrollo para ayudarlos a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del clima, una meta que no se cumplió.
“Esta cumbre, a diferencia de otras, tuvo como centro de sus decisiones los temas de financiamiento”, sostuvo a SciDev.Net Sandra Guzmán, fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe.
La región enfrenta una doble crisis de deuda y clima, un mensaje que los países de la región transmitieron en la cumbre, desde Colombia a Argentina. La deuda externa de los países de la región impide ser más ambiciosos en cambio climático y adaptarse a sus efectos, sostuvieron.
Para ello, presidentes y ministros sugirieron desarrollar mecanismos de canje de deuda por acción climática. Si bien hay experiencias recientes en el Caribe con estos mecanismos, la escala todavía ha sido pequeña en relación con las deudas soberanas.
“Queremos empujar estos mecanismos ya que nos van a permitir financiar la política climática y cambiar la matriz productiva”, dijo a SciDev.Net Cecilia Nicolini, secretaria de Cambio Climático de Argentina, en la COP27.
Los combustibles fósiles, el tema pendiente
Contrario al éxito que se considera el acuerdo de creación del nuevo fondo, el texto final de la conferencia no incluye un lenguaje más ambicioso con respecto a los combustibles fósiles según lo acordado en la COP26. Se hace referencia a abandonar el uso del carbón, pero no el petróleo y el gas natural.
La guerra de Ucrania y la crisis energética global ha llevado a un mayor impulso de estos combustibles a nivel global en detrimento de las energías renovables. América Latina ha defendido el rol del gas natural como un combustible necesario para la transición energética.
“Es inaceptable no haber logrado algo más ambicioso que la COP26”, sostuvo Manuel Pulgar Vidal, líder de Clima y Energía en WWF. “El fondo de pérdidas y daños se va a convertir en el fondo del fin del mundo si no se reducen más las emisiones”, comentó a SciDev.Net.
Entre los más de 30.000 asistentes a la conferencia, hubo más de 600 personas relacionadas con el sector de los combustibles fósiles. Países petroleros como Emiratos Árabes y Rusia fueron los principales acusados de impedir mayor ambición en el texto.
La próxima conferencia de cambio climático de la ONU, la COP28, será en 2023 en Dubai, Emiratos Árabes. El país, con la delegación más numerosa en la COP27, ha defendido el uso continuado de los combustibles fósiles a pesar de la crisis climática.
Para América Latina, los recientes cambios políticos, desde la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia, a la de Lula da Silva en Brasil, abren la puerta a nuevos compromisos en cambio climático, especialmente en el Amazonas, y la posibilidad de ser sede de la COP30.
Por: Fermín Koop en SciDev.Net en América Latina y el caribe.
- Un paso hacia la equidad para laboratorios latinoamericanos - noviembre 21, 2024
- Medicinas en Latinoamérica: US$ 30,5 mil millones de sobrecosto - noviembre 19, 2024
- Emisiones de ganado: medir para mejorar - noviembre 8, 2024