Venezuela.

101 tortugas camino al mar. Las pequeñas crías fueron liberadas en una playa de La Sabana, un pueblo escondido en el norte de Venezuela. Se trata de tortugas Caguama que eclosionan en un vivero construido por uno de los habitantes del lugar para resguardar los huevos que encuentra en la playa.

“Solo estoy tratando de hacer algo por el mundo. Tratando de salvar el mundo y se está haciendo algo. Es bastante lo que está pasando, el desastre ecológico y los cambios climáticos”, dijo Pedro Pérez, líder del proyecto de conservación en La Sabana.

Pedro comenzó los rescates tras enterarse del peligro que corrían las tortugas. Los huevos se venden hasta en 50 dólares la docena y el caparazón puede costar 5.000 dólares para joyería.

“Yo me crié aquí desde niño y nunca le paraba esto. Sabía que se comía la tortuga y el huevo y estaba a punto de extinguirse”, comentó Pedro.

El Ministerio de Ecosocialismo calcula que llegaron a unos 2.000 huevos en el estado de La Guaira. Su apoyo es más logístico que monetario. El proyecto de la sabana subsiste principalmente con donaciones.

“Es importante decir que la empresa privada ha hecho o la iniciativa privada, podemos así decirlo, porque son diversos empresarios que se han puesto también en esta actividad junto con el Estado, para lograr un conjunto, un proceso en común, que es la protección de la naturaleza”, explicó Édison Adrián, director regional del ministerio de Ecosocialismo (Minec).

“Los guerreros son los niños, son los que más participan. Entonces tú le das eso a los niños y ellos motivan a los padres que lo vengan a traer una liberación y ya hay más gente participando en todo esto”, detalló Emma León, participante del proyecto de conservación en La Sabana. 

Con iniciativas como esta en La Sabana, confían en reducir la cantidad de saqueos de huevos en su zona de acción.