Colombia.

Amor, arte, libertad, pasión, este recinto es el significado del arte vivo, del arte del día a día, que no es evidente.

“Yo dibujo en el cabello, yo dibujo sobre ella, yo coloreo, yo creo, yo diseño. Entonces, para mí la peluquería es un arte y muy chévere. Les invito a que sean estilistas”, expresó Mauricio Ariza, estilista.

La mujer que entra Brulee no es la misma que aquella que sale. Son obras de arte en movimiento que experimentan un poder transformador.

“Porque el poder transformar y el poder darle ese empujoncito a las mujeres para decirles que están más bellas, para ponerles ese poquito que les hace falta para brillar más. Eso es algo mágico, eso es un poder divino”, explicó Daniel Moreno, estilista.

La forma en que los estilistas plasman sus ideas en Brulee es diferente a lo que comúnmente se relaciona con el arte. Aquí, la voz de la obra es primordial.

“Acá no solamente te hacen el cabello y ya. Te hacen que tu personalidad y como que tu ego se suba como, wow qué divina”, dijo una clienta.

“Sí, me considero un artista porque trabajo con mis emociones, trabajo con mi imaginación y eso es lo que nos define como artistas”, mencionó Michael Torres, estilista.

Planchas, esmaltes y sombras, el arte se encuentra en los lugares más cotidianos, donde los artistas que pasan desapercibidos son quienes crean seguridad y confianza.

Por Directo Bogotá.