Colombia.
La Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD, junto con el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, trabajan desde el año 2012 para llevar educación de calidad a cientos de personas privadas de la libertad, y así sembrar esperanza en sus vidas y en las de sus familias.
Esta iniciativa busca brindar alternativas para fortalecer habilidades y competencias que faciliten la adecuada reinserción a la vida laboral, y permitan dignificar y mejorar la calidad de vida de la población privada de la libertad en Colombia, ayudándolos a transformar su vida, reivindicarla y reconciliarla con la sociedad civil.
“El ingreso a la plataforma realmente es muy sencillo. Pero a través de la página UNAD, UNAD.edu.co, hay un link que dice Campus Virtual, básicamente uno se loguea con su número de cédulas que es el usuario y unas contraseñas. Así que entrar a la plataforma UNAD es muy fácil, muy sencillo”, contó Luis Alberto Triana Llano, estudiante de Filosofía UNAD.
Gracias a este trabajo conjunto, en los últimos 10 años, más de 200 personas privadas de la libertad se han vinculado a programas como Administración de Empresas, Filosofía, Sociología, Ciencia Política, Tecnología en Gestión Comercial y de Negocios, Gestión de Empresas Asociativas y Organizaciones Solidarias y Gestión Jurídica de la Información. Además, muchos de quienes ya han obtenido un título profesional gracias a UNAD no han parado ahí y ya avanzan hacia su formación posgradual en especializaciones como la Gerencia Estratégica de Mercadeo y Gestión Pública.
Otros datos
“El programa nace desde la UNAD pensando en resocializar personas. El programa INPEC UNAD es un programa que maneja la universidad desde la vicerrectoría académica. En cada ciudad, digamos que la rectoría tiene un fractal, y ese fractal es el que está encargado de manejar el programa en cada regional. Se hace un convenio con el INPEC en el que también hay un coordinador”, destacó Luis Bernardo Teada Zuluaga, docente UNAD.
Como parte de este proyecto, los estudiantes cuentan con un acudiente, la figura que sirve de puente, con el fin de realizar un seguimiento a las actividades educativas para mejorar el proceso académico. Además de mantener un contacto permanente para conocer procesos, realizar seguimientos o acompañamientos, o asistir a reuniones o actividades programadas por la universidad.
“Me causó un poquitico de complejidad al comienzo, pero acá con los muchachos que estudian aquí me han ayudado mucho. Esto ha sido como un complemento en todo. Por ejemplo, mi familia está muy involucrada. Todos me han ayudado para salir adelante y eso me tiene muy motivado”, acentuó Pablo Andrés Trochez Gallego, estudiante.
A través de esta iniciativa, la UNAD y el INPEC hacen posible que la población privada de la libertad acceda a programas de formación en educación superior, que no solo contribuye a procesos de resocialización, sino que también les permita una vez cumplan sus condenas, mejorar sus condiciones de vida al reintegrarse a la sociedad.
Por: UNAD.
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