Ciudad de Panamá.

La Fundación MarViva celebró la aprobación este viernes, de la última de tres propuestas para la conservación de especies de tiburones y rayas marinas, en la 19 Conferencia Mundial sobre Vida Silvestre (CoP19CITES) que se celebra en la capital de Panamá.

Se trata de las propuestas 37 y 38 que fueron aprobadas el jueves, y la 40, ratificada este viernes, en la sesión del Comité I de CITES, la primera de ellas presentada por Panamá a través del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), y las otras dos que contaban con su respaldo.

En un pronunciamiento, MarViva, celebra la aprobación de las propuestas que «involucran a especies de tiburones y rayas marinas en el Apéndice II de CITES, y aplaude la posición de los gobiernos de Panamá y Colombia, por su involucramiento para lograr el voto a favor de las mismas».

«Lamentablemente se desconoce cuál fue la votación de Costa Rica en los dos primeros casos, en el primero porque el voto fue secreto y en el segundo porque Japón desistió de impedir el consenso«, dijo MarViva, que tiene presencia en Colombia, Costa Rica y Panamá.

Para el caso de la propuesta 40, «sí fue público que Costa Rica se abstuvo, lo cual lo aleja de su esfuerzo por proyectarse como un país protector del medio ambiente», agregó.

Protección de rayas y tiburones

La proposición 40, para incluir en el Apéndice II de CITES seis especies de rayas (peces guitarra) que están en peligro, recibió un fuerte respaldo al obtener 101 votos a favor, 14 en contra y 13 abstenciones.

Las delegaciones de Japón y China no apoyaron la propuesta 40 por no creer; el primero, no cree que el comercio sea la causa de la disminución de esta especie; y el segundo, por su preocupación de que esta proposición y la 37 genere problemas, como lo plantearon durante el debate.

La propuesta 37, de Panamá, busca la inclusión de los tiburones de la familia «Carcharhinidae» en el Apéndice II de la CITES, en razón de estar amenazadas por la pesca no sostenible y no regulada, así como por el comercio mundial de sus aletas y carne, y la 38 incluye la especie Sphyrna tiburo (tiburón cabeza de pala) y a las de la familia «Sphyrnidae» (tiburones martillo).

Comercio de la vida silvestre

Los Apéndices I, II y III de la CITES son listas de especies que ofrecen diferentes niveles y tipos de protección ante la explotación excesiva. Esto con el propósito de asegurar que el comercio internacional de animales y plantas salvajes no amenace su supervivencia en su medio natural.

El I incluye especies de fauna y flora sobre las que se cierne un mayor grado de peligro; el II las que no están necesariamente amenazadas de extinción pero podrían llegar a estarlo; y el III a las solicitadas por un miembro que ya reglamenta su comercio y necesita la cooperación de otros países para evitar la explotación insostenible o ilegal.

Si bien el comercio internacional de aproximadamente el 3 % de todas las especies protegidas por el tratado, incluidas en el Apéndice I y consideradas en peligro de extinción, está generalmente prohibido, el comercio internacional comercial del resto del 97 % de las especies está permitido siempre que se cumplan todos los requisitos pertinentes y se respeten las normas. Así lo señala un «informe piloto» presentado por CITES esta semana en la CoP19 de Panamá.

«Estas especies, reguladas por CITES, incluyen, entre otras, peces marinos de alto valor y especies madereras. La mayoría de las casi 40.000 bajo su régimen de control comercial son plantas», según el documento, destacando que «los ingresos anuales generados por el comercio legal mundial de vida silvestre (CITES y no CITES) en total se ha estimado en 220 mil millones (de dólares) por año».