Bogotá, Colombia 

El artista español Javier Martín presentó este fin de semana en Colombia su obra «Figuras del umbral», una oda a los rituales ancestrales que están siendo olvidados por culpa del «aceleracionismo» y el uso de la tecnología.

Javier Martín, uno de los grandes representantes de la danza contemporánea española y sus interdisciplinares trabajos, basados en la improvisación, se han presentado en varios países de Europa, Asia y Latinoamérica.

En «Figuras del umbral» se muestra un cuerpo danzante, el del propio Javier, en la «era de la aceleración tecnológica» y desarrolla sobre el escenario un trabajo coreográfico a favor de la reflexión, la pausa y la respiración.

Javier describió en una entrevista con EFE la obra como «un trabajo que traslada una meditación sobre el uso que hacemos hoy en día de las tecnologías» y cómo huir del «aceleracionismo» que estas suponen a través de una reconexión con «lo arcaico».

El concepto de «atravesar el umbral», clásico de rituales de diversas culturas ancestrales del mundo, siempre implica un cuerpo en movimiento sumergido dentro de una danza simbólica como la que se produce en el escenario en la que Javier utiliza elementos como un traje de paja similar a los utilizados en África o el sonido de cencerros.

La producción se desarrolla a través de siete «monolitos» en los que el bailarín toma la forma de siete figuras diferentes. Comienza en un espacio cuadrado cerrado, que abre «dejando salir el caos», que como él mismo explica, siente «el caos como algo que cuida de todo».

La obra se presentó el sábado en la Bienal de Danza Internacional de Cali y este domingo en el Teatro Colón de Bogotá con motivo del Festival Nodo-Cuerpos en Movimiento, que se llevará a cabo hasta el 20 de noviembre.

Danza en Latinoamérica

Latinoamérica ha traído a Javier «experiencias maravillosas», pues algunas de sus obras pasadas ya han sido presentadas en países como México, Colombia, Guatemala o Uruguay.

Para el bailarín, investigador y coreógrafo, las «formas dancísticas» en Latinoamérica son más «orgánicas», y opina que en Europa son «demasiado esquemáticas», y «subjetivizan muchos de los cuerpos de bailarines como si existiera sólo un relato unívoco, se pierde diversidad y pluralidad».

«En Latinoamérica, sin embargo, están elaborando nuevas imágenes del mundo», opina el bailarín, a la vez que confiesa que desea «aprender» de aquellos que estudian sobre sus raíces como el indigenismo o el moviento afro en conexión con la danza contemporánea.

La obra fue estrenada en Valencia (sureste de España), «este es su primer viaje fuera de la península ibérica» y es una coproducción con el Centro Coreográfico de Galicia (noroeste de España), «de donde soy originario», como explica Martín.

Sin embargo, el artista se muestra muy cómodo en Latinoamérica, y afirma: «Me gusta sentir que mi trabajo se va a continuar desarrollando por aquí como en estos últimos cinco o seis años».