Un estudio difundido por la revista The Lancet reveló que las tasas de cáncer de cuello de útero en Inglaterra se redujeron en un 87 por ciento en mujeres vacunadas contra el virus del papiloma humano (VPH).

«Nuestro estudio proporciona las primeras pruebas directas del efecto de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH), a través de la vacuna bivalente Cervarix, sobre la incidencia del cáncer de cuello uterino», indican los autores del estudio, publicado en Lancet.

Los cánceres de cuello uterino están casi siempre causados por una infección, sexualmente transmisible, de VPH.

Campañas dirigidas a adolescentes

Desde mediados de la década de 2000, existen vacunas contra esta infección. Por eso muchos países lanzaron campañas dirigidas a los adolescentes para que reciban la vacuna antes de iniciar su actividad sexual.

Hasta ahora se conocía la eficacia de las vacunas contra la propia infección y contra el desarrollo de lesiones precancerosas. Pero los datos eran menos precisos en cuanto a la frecuencia de los cánceres declarados.

Vacuna contra el VPH

La investigación halló que las tasas de cáncer cervical en mujeres a las que se había ofrecido dicho preparado cuando tenían edades entre 12 y 13 años eran un 87 por ciento menores que en población no inmunizada.

El estudio estimó que para junio de 2019 había alrededor de 450 casos menos de este tipo de cáncer y 17.200 menos de carcinomas que los esperados en la población vacunada en Inglaterra.

Los investigadores también encontraron una reducción del cáncer cervical del 62 por ciento en mujeres a las que se ofreció la vacuna cuando tenían entre 14 y 16 años, y de un 34 por ciento en mujeres que tenían entre 16 y 18 años cuando se introdujo esa vacuna.

La vacunación contra el VPH se introdujo en 100 países como parte de los esfuerzos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de eliminar ese tipo de cáncer.

En Inglaterra se emplea principalmente la vacuna bivalente, que protege frente a los dos tipos más comunes de VPH, responsables de aproximadamente entre el 70 y el 80 por ciento de todos los cánceres cervicales.

Limitaciones del estudio

Estos resultados tienen limitaciones. Incluso sin vacunación, los investigadores esperaban un número limitado de cánceres en este grupo de edad, que hoy no supera los 25 años.

Por ello, subrayan que será necesario seguir estudiando la frecuencia de los cánceres en este grupo de edad en los próximos años.

Además, con el fin de realizar un seguimiento a largo plazo, el estudio solo se interesa por las mujeres que pudieron beneficiarse de la campaña británica en sus inicios.

En ese momento, la vacuna utilizada era Cervarix, producida por GSK. Pero desde entonces ha sido sustituida por Gardasil, producida por la empresa estadounidense Merck (conocida como MSD fuera de Estados Unidos), sobre la que el estudio no puede extraer ninguna conclusión.

Por: EFE, AFP, Deutsche Welle.