España.

Cientos de migrantes que atraviesan la peligrosa selva del Darién en caminatas que pueden durar varios días, pueden contar hoy con un servicio de asistencia médica, gracias a la cooperación española que ha instalado una clínica en la que atienden, sobre todo, a niños y mujeres, muchos arrastrando los pies llenos de úlceras agotados o incluso víctimas de abuso sexuales.

En la calle principal del poblado de Bajo Chiquito, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, puso en marcha este proyecto llamado ‘Start’ para responder a la emergencia del flujo migratorio. ‘Start’,  que es Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta por sus siglas, es un esfuerzo que consiste en un hospital de campaña que se nutre de voluntarios de todas las comunidades autónomas, orquestado a través del Ministerio de Salud de España y el aporte de otros ministerios.

Cuenta con un grupo interdisciplinar de profesionales capacitados para atender las necesidades que requiera la población migrante. Así lo explicó Lucía Prieto, jefa de la oficina de Acción Humanitaria. “Aquí tenemos un equipo de 12 personas compuesto por personal médico de urgencias, enfermería de urgencias, obstetricia, pediatría, epidemiología y es una respuesta que está aceptada por el Ministerio de Salud de Panamá para atender al flujo de población migrante y a las poblaciones de acogida que sufren la presión en los servicios que hay en la zona”, dijo.

En la clínica, el personal sanitario se prepara para el pico habitual de pacientes por la tarde, cuando acuden los migrantes recién llegados a la población, donde por lo general, no alcanzan a estar más de un día para retirarse la mañana siguiente.

Particularidades como la que han bautizado como ‘El pie del Darién’ que son unas úlceras provocadas por el uso de botas de plástico con los pies mojados durante días, personas víctimas de asaltos por grupos armados e incluso casos de abuso sexual, hacen parte de la realidad a la que ‘Start’ busca ayudar ofreciendo su atención.