Eutanasia: la muerte digna ya es una realidad en España

España.

Asun Gómez guarda las fotos de su marido. Son recuerdos importantes para ella, de él, del tiempo a su lado y de los desafíos que superaron juntos sobre todo después de que a su marido Luis le diagnosticaron un tipo agresivo de esclerosis múltiple.

“La enfermedad fue devastadora para él. En 10 años lo arrasó hasta acabar con él: tenía muchísimo dolor, tenía tanto que no soportaba el peso de las sábanas y no cesaba. No había ningún tratamiento que diera un mínimo resultado, pero él decía que era la ‘indignidad de la vida’ porque era tan dependiente que no tenía ningún tipo de libertad, ninguna posibilidad de hacer algo por sí mismo”, expresó Asun.

Luis de Marcos falleció hace 4 años. Durante toda su enfermedad estuvo luchando por la legalización de la eutanasia en España, quería tener derecho de terminar su vida con dignidad. Asun ha seguido la lucha con otras personas y sus voces han sido escuchadas.

En marzo, España se convirtió en el cuarto país de la Unión Europea en aprobar la eutanasia con el apoyo de una clara mayoría en el parlamento: un momento histórico. La ley acaba de entrar en vigor. La asociación Por el derecho a morir dignamente, estima que, en regiones muy pobladas como Madrid, podría llegar a registrarse una solicitud de eutanasia al día.

“La mayoría de las personas (que solicitan) es porque tienen cáncer avanzado, que van a vivir unos meses. Que están muy enfermos del corazón, de los pulmones o del riñón”.

La norma establece que sólo enfermos incurables y que sufran graves limitaciones, pueden solicitar la eutanasia. Las personas con enfermedades mentales quedan excluidas. Antes de aprobarse una solicitud, varios médicos y una comisión analizan cada caso: es un proceso intencionadamente largo para evitar errores. La nueva ley también significa que la muerte asistida por un médico ya no tendrá que permanecer en las sombras.

Una encuesta en España concluye que el 15 por ciento de los médicos reconocen haber ayudado a alguien, así como hay testimonios casuales de médicos que ayudaron a un paciente porque consideraban que era su deber. Algunos políticos conservadores criticaron la ley porque opinan que dejan la vida en manos de las autoridades. También, la iglesia católica ha manifestado rechazo, uno de los motivos por los que ha tardado años en aprobarse.

Para Asun ha sido una espera innecesaria: “todo mundo quiere vivir, pero la persona que pide que le dejen terminar con su vida es porque ya tiene un desapego tremendo, su sufrimiento no tiene ninguna solución”. Para su marido, la ley llegó demasiado tarde, pero está convencida de que se alegrará de saber que a partir de ahora la muerte digna es una realidad.

Por: Deutsche Welle.