México.

El Dr. Alonso Nava explicó que el concepto de tecnociencia implica una nueva modalidad de producir ciencia y tecnología. No se trata —dijo— de una ciencia o tecnología distintas, sino de una manera diferente de hacerlas. Este enfoque, conocido como tecnociencia en un sentido fuerte, supone un cambio en la forma en que el conocimiento científico se genera y aplica.

El académico recordó que autores como el historiador de la ciencia Derek J. de Solla Price propusieron distinguir entre modelos de producción científica y tecnológica con base en su escala. Price hablaba de una microciencia —aquella desarrollada en entornos universitarios, de pequeña escala y con recursos limitados— y una macrociencia, representada por los grandes proyectos impulsados por los Estados en el siglo XX.

En este sentido, el Dr. Nava señaló que México ha tenido ejemplos de macrociencia a través de empresas paraestatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) o el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que lideraron megaproyectos científicos y tecnológicos durante gran parte del siglo pasado. No obstante, destacó que hacía las décadas de 1970 y 1980 surgió una tercera modalidad: la ciencia empresarial.

Con la comercialización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), comenzaron a emerger empresas privadas cuyo principal objetivo era la mercantilización del conocimiento científico.

“Estas compañías apuestan por la investigación científica y tecnológica como elemento de innovación, pero siempre con fines de plusvalía”, explicó el Dr. Nava.

Entre los ejemplos contemporáneos, mencionó a Neuralink, de Elon Musk; Calico, filial de Google; y Genomma Lab, entre otras empresas que orientan sus esfuerzos hacia la producción de ciencia y tecnología con fines comerciales.

El especialista concluyó que, a diferencia del ideal moderno de la ciencia —concebida como una herramienta para resolver los problemas de la humanidad y servir al bien público—, en el siglo XXI la tecnociencia parece haberse orientado al servicio de los intereses particulares y la mercantilización del conocimiento.

Por: UDGTV / Canal 44.