Iberoamérica.

Los infantes con VIH en Haití tendrían más riesgo de desarrollar infecciones frecuentes al oído y discapacidad auditiva que aquellos que no tienen la enfermedad. Así lo sugiere un estudio realizado a 341 niños y niñas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Puerto Príncipe, capital de Haití, que encontró una prevalencia de 18 por ciento de pérdida de capacidad auditiva.

Según los autores de la investigación, que será publicada en la edición de noviembre del International Journal of Pediatric Otorhinolaryngology, se trata del primer esfuerzo por identificar la magnitud el problema en el país caribeño, donde 6,2 millones de personas viven con el virus, según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA.

Después de África subsahariana, el Caribe es la región con el mayor índice de infecciones de VIH en el mundo. En América Latina, los países con más infecciones son Brasil, México, Perú y Venezuela y en general son pocos los estudios enfocados en entender los efectos del VIH en la audición de las infancias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta una prevalencia de 1.6 por ciento de discapacidad auditiva en menores de 18 años en los países de Latinoamérica y el Caribe. Asimismo, estima que, en promedio, entre el 14 y 49 por ciento de pacientes adultos con VIH padecen deterioro auditivo y lo reconoce como un factor de riesgo.

“Pero lo que encontramos en estos niños fue 18 por ciento, es mucho más alto en infantes con VIH en Haití. Eso es lo que indica que necesitamos evaluar rutinariamente a estos niños y niñas” explica Ankita Patro, coautora principal de la investigación.

Otro de los hallazgos fue que apenas un tercio de las personas a cargo de cuidar a los menores de edad pudieron predecir que estos tenían algún nivel de pérdida auditiva.

Lenka Kolevic Roca, coordinadora de la Red de Expertos en Atención a Niños y Adolescentes con VIH en Perú, considera que la escasez de recursos es un reto importante cuando se trata de identificar discapacidad auditiva en niños que viven con el virus.

“La salud en nuestros países realmente no es igual en todos los lugares y zonas”, dice y explica que en localidades alejadas de las capitales es más complicado acceder a diagnósticos oportunos.

Teléfonos inteligentes pueden ayudar

Precisamente, la investigación apeló a audiometrías basadas en una aplicación para teléfonos inteligentes para evaluar a los niños, opción que según Anita Pakro es una solución para países de bajos ingresos como Haití.

Las audiometrías se basaron en una aplicación para teléfonos inteligentes que ayudan a detectar problemas de audición en países de bajos ingresos como Haití. Crédito de la imagen: cortesía de Daphnée Michel para SciDev.Net América Latina y el Caribe.

En alianza con la Fundación Caris, que provee educación en torno al VIH a infantes y sus cuidadores, el equipo de Patro capacitó a voluntarios en el uso de audiometrías basadas en la aplicación para estos teléfonos.

“Creo que esto es el futuro” explica la autora, “especialmente cuando trabajas en áreas que no tienen acceso a tecnología y, más importante aún, donde no hay algún doctor de oído, nariz y garganta o incluso un audiólogo que realice las pruebas”.

No obstante, advierte que estas evaluaciones no son un diagnóstico completo, puesto que no pueden diferenciar el tipo de pérdida auditiva que sufre el paciente.

El diagnóstico temprano de la discapacidad auditiva es necesario para poder mitigar sus efectos. Ankita Patro enfatiza que las consecuencias de que este deterioro pase inadvertido son problemas del habla y el lenguaje, “lo cual puede afectar su educación y oportunidades de trabajo”.

Lenka Kolevic coincide y añade que una detección oportuna podría hacerse incluso antes de que el bebé cumpla el año.

La infectóloga peruana es autora de sobre pérdida auditiva en infantes de América Latina y el Caribe con VIH. Kolevic lleva alrededor de 30 años trabajando en el Hospital del Niño, donde fue de las primeras especialistas en atender a infancias infectadas con el virus en su país.

Fue en el trato directo con estos niños y niñas dónde empezó a notar que sufrían con frecuencia de inflamación en el oído. A partir de sus observaciones, en el año 2011 ella y su colega, Christina Chao, registraron una prevalencia de 38 por ciento de pérdida auditiva en infantes con VIH que se atendían en dos hospitales públicos de Lima.

Lo más importante es tratar las infecciones de oídos y llevar un régimen antirretroviral para mantener al virus bajo control”, concluye la autora estadounidense.

Por: Roberto González en SciDev.Net América Latina y el Caribe.