Londres, Inglaterra.

 

 

La repentina aparición de una toxina mortal en las aguas del lago Crosby, en el entorno de Liverpool, localidad que se encuentra al norte de Inglaterra, ha causado que obligatoriamente se cierre el acceso a este frecuentado y famoso paraje turístico.

La alerta sanitaria fue emitida acorde a los protocoles establecidos después de que la susodicha sustancia tóxica se hallase en las denominadas algas verde-azuladas del Lago Marino Crosby, de acuerdo con el consejo designado del municipio de Sefton, localidad donde se halla el lugar donde ocurrieron los hechos.

«Desafortunadamente, debido a un brote de algas verde-azuladas, el lago en Crosby Lakeside estará cerrado hasta nuevo aviso», ha señalado el consejo en un comunicado que posteriormente fue publicado en las diversas redes sociales.

Las autoridades residentes de la localidad se encuentran en plena cooperación con la Agencia Medioambiental de Europa. Con los esfuerzos ha realizar, se espera poder llevar a cabo un test completo y eficiente en el lago Crosby, para de esta forma poder reabrir al público sus aguas en el menor tiempo posible.

El consejo de Sefton ha pronunciado ya sus disculpas por las inconveniencias causadas por este evento, y asegura completamente que han de informar, a su debido tiempo, de cualquier novedad al respecto de este evento que ha dejado impactado a los ciudadanos locales.

Según los medios de comunicación pertenecientes a la localidad de Liverpool, un popular centro de aventuras que tiene sus instalaciones junto al lago, la cual ofrece servicios de diversas actividades acuáticas, también se verá forzada a cerrar sus puertas hasta que las autoridades correspondientes logren solucionar este problema imprevisto.

Las algas registradas que se han detectado al fondo del lago pueden provocar síntomas severos en seres humanos, como irritaciones o vómitos, y pueden llegar a ser letales para los animales.