México.

La Organización de las Naciones Unidas presentó el Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que actualiza las bases científicas físicas de este fenómeno. Los resultados no son nuevos, lo novedoso es el grado de certidumbre que se tiene para los escenarios futuros.

Después de analizar más de 14 mil artículos científicos, cerca de 200 expertos evaluaron cómo el calentamiento global cambiará el mundo en las próximas décadas. El reporte indica que la temperatura aumentará a 1.5 grados Celsius en los próximos veinte años.

“Ahorita estamos aproximadamente en 1.1., pero eso es la temperatura promedio del planeta y hay que considerar que el planeta es más del 70 por ciento océano. Los continentes están ahorita ya superando los 1.5 grados centígrados”, comentó el investigador del Centro de Geociencias de la UNAM, Juan Pablo Bernal.

En este reporte se alcanza a meter la década del 2000 al 2010 y del 2010 al 2020 que fueron tan calurosas, fue lo que cambió la tendencia. Al hacer los ajustes en estos modelos, la proyección que sería para finales de 2030, va a ser al principio. Ni logrando el escenario más utópico e idealista que se propone en este reporte baja de 1.5.

La diferencia es ¿qué tan rápido puede volver a bajar esa temperatura? Las olas de calor ocurrían antes y los huracanes ocurrían antes. Los huracanes son necesarios para la distribución de calor en el planeta, por eso ocurrían. Ahora hay eventos que no hubieran ocurrido en décadas o cientos de años. Además, están ocurriendo uno tras otro, que de no haber hecho lo que los humanos hicieron hubieran ocurrido en 200 años, espaciados.

En el informe, América Latina se sitúa como la región más golpeada del mundo. En México se calcula que para 2070 la temperatura anual aumente más de 4°C, los ecosistemas difícilmente podrían adaptarse a eso. Además, la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey pueden tener pérdidas económicas por cambio climático que rebasan los mil millones de dólares anuales a partir de esta década. Hay una última oportunidad para actuar, reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero a la mitad y alcanzar cero emisiones netas.

“La tasa neta cero de dióxido de carbono en realidad no implica que no vamos a emitir dióxido de carbono, implica exactamente que si yo pongo cien gramos de dióxido de carbono en la atmósfera tengo, de alguna manera, la capacidad para absorber esos 100 gramos de dióxido de carbono y entonces en balance me queda cero, no significa que no voy a emitir dióxido de carbono en este caso”, declaró Ruth Cerezo, autor líder del reporte IPCC.

Una de las cosas que se puede hacer es comenzar con la reducción de las emisiones de metano, porque las emisiones de metano han cuadruplicado lo que hay en el registro geológico. Esto es por ineficiencias industriales en la producción y refinamiento de hidrocarburos. Es un gas que se puede aprovechar y hay tecnologías que no se emita. Mientras más gente esté informada hay más posibilidad de que se le pueda exigir a los gobiernos el hacer algo y permitan un futuro sustentable y vivible.

Por: Karen Rivera/Canal 22.