Argelia.

La plaza de toros de Orán sigue en pie más de un siglo después del auge de la tauromaquia que vivió esta ciudad argelina, marcada por un pasado español que dejó su impronta cultural todavía reconocible en vocablos, escalas musicales y gastronomía.

Así lo considera Abdelhak Abdeslam, documentalista argelino, que señala que esta huella no procede de los más 200 años de ocupación militar de Orán por la Monarquía española hasta 1732, sino de la Argelia colonizada por Francia, en la que los españoles emigraron en masa.

La cultura española se transmitió primero en la gastronomía, tal como la paella, el caldero”, contó Abdelhak Abdeslam.

Esta área fue inaugurada en 1910 y además de corridas de toros, también acogió partidos de fútbol, combates de boxeo y patinaje sobre hielo. Los bares del interior, en los que se servían caracoles, son hoy tiendas de artesanía local.

Los festejos se suspendieron entre 1936 y 1954, con el inicio de la guerra civil española y las turbulencias de la segunda guerra mundial y volvió a tener un breve periodo de actividad de toreo hasta que Argelia, independizada de Francia nacionalizó el ruedo.