La Paz, Bolivia

Los incendios en Bolivia no se detienen y ponen en riesgo reservas naturales, santuarios de animales e incluso poblaciones cercanas que piden más ayuda para frenar el avance del fuego, que ya consumió desde agosto al menos un millón y medio de hectáreas.

Es el caso del santuario de animales Ambue Ari, en la localidad de Guarayos del departamento de Santa Cruz, donde el lunes ingresó el fuego a este lugar de 900 hectáreas; alberga a casi un centenar de animales rescatados del tráfico ilegal de especies.

Entre estos animales está el emblemático jaguar, monos, osos y tortugas, que viven en este santuario y que podrían perder su hogar o su vida a causa de los incendios.

Además de que el lugar también se ha vuelto un refugio de los animales que escapan del fuego.

«Estamos luchando nosotros para que el fuego no entre en los recintos donde están los jaguares», contó este martes a Efe la cofundadora del santuario, Tania Baltazar.

El viento aumenta el avance del fuego, que a juicio de Baltazar es el «mayor incendio» con el que han tenido que lidiar y que ha rebasado las capacidades de los bomberos voluntarios, por lo que llegaron a reforzar un grupo de militares y personas de la Autoridad de Fiscalización y Control de Bosques y Tierras (ABT).

A pesar de la colaboración de al menos medio centenar de personas, la cofundadora expresó que es necesaria la ayuda aérea para combatir el fuego y evitar su avance.

Además de este santuario, desde los primeros días de octubre el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) declaró en alerta roja al Área Natural de Manejo Integrado Serranía del Iñao, entre Santa Cruz y Chuquisaca; el Área Natural de Manejo Integrado San Matías en Santa Cruz, y el parque nacional Kaa Iya del Gran Chaco, entre otros, por los incendios forestales.

Los incendios

De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la ABT, en el país se registran 83 incendios activos en cinco regiones, de los cuales 58 se encuentran en Santa Cruz, y se registran un millón y medio de hectáreas dañadas.

Del 5 al 11 de octubre se registraron 40.953 focos de calor, de los cuales 12.115 se encuentran en áreas protegidas, según la ABT.

A raíz de esta situación, la ABT a través de una resolución paralizó los permisos de quemas autorizadas a nivel nacional en tanto se mantenga la situación crítica por el fuego; hasta la fecha se realizaron 29 denuncias penales por el delito de incendio, con nueve casos de personas llegaron a la Justicia, de los cuales tres tienen sentencia condenatoria.

En tanto, el ministro interino de Defensa, Fernando López, informó del envío de dos helicópteros para sofocar incendios en el Chaco chuquisaqueño y de que habilitarán otra aeronave.

Además manifestó que las Fuerzas Armadas están con al menos 1.500 efectivos en distintas zonas de los incendios, a lo que se suman catorce bomberos españoles.

López ha reiterado que gran parte de los incendios «fueron provocados».

El Gobierno interino de Bolivia declaró la pasada semana situación de desastre nacional, ante la magnitud de los incendios y la sequía en el país, y canaliza apoyo internacional.

El año pasado el fuego arrasó cerca de cinco millones de hectáreas en el país, considerado como uno de los más graves desastres ecológicos en la última década, pues afectó además a zonas protegidas como parques naturales de alto valor medioambiental.

Los incendios se suman a la situación sanitaria por la COVID-19 y la crisis económica por la pandemia en Bolivia, que está a unos días de ir a las urnas para elegir al nuevo presidente.

Por: Yolanda Salazar, EFE.