París, Francia.
Menos calefacción, más teletrabajo, autos en casa… Francia intenta convencer a sus ciudadanos de que llegó la hora de la frugalidad energética por la guerra en Ucrania. Esto para superar el inminente invierno y luchar a largo plazo contra el cambio climático.
En pleno corte de suministro de gas ruso y problemas en la mitad de sus reactores nucleares, el gobierno francés desveló este jueves, una serie de medidas para ahorrar energía, un 10% en dos años respecto a 2019 y un 40% para 2050.
«Si toda la nación consigue cumplir este objetivo, que es puramente voluntario (…), en el peor de los escenarios, pasaremos el invierno», aseguró el presidente Emmanuel Macron, durante un evento en París de Bpifrance Inno Génération (BIG).
Aunque Francia ya se había comprometido a alcanzar la neutralidad carbono para 2050, como el resto de la Unión Europea (UE) para luchar contra el cambio climático, la guerra en Ucrania puso en el punto de mira su dependencia a los hidrocarburos rusos.
Desde el inicio de la ofensiva rusa en febrero, los llamados al ahorro de energía se multiplicaron en la UE y se recrudecieron en las últimas semanas. Esto frente a un invierno que se anuncia complicado sin gas ruso y en caso de que se registre una ola de frío larga.
Efectos económicos
La economía francesa podría resentirse en caso de dificultades de abastecimiento en energía y paradas de producción a finales de año, advirtió este jueves, el instituto de estadística Insee, que mantuvo por ahora su previsión de expansión del PIB en un 2,6% en 2022.
La segunda economía de la UE ya llenó al 100% sus reservas de gas natural y alcanzó un acuerdo para que Alemania le suministre electricidad en caso de picos de consumo, máxime cuando su principal fuente para producirla, la energía nuclear, registra problemas.
Pero esto no es suficiente. «Es urgente actuar», aseguró la ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, al presentar las medidas del gobierno, precisando que «el combate no se detendrá» en el próximo invierno, a caballo entre 2022 y 2023.
Temperatura a 19ºC
Casi medio siglo después de la primera crisis del petróleo, los franceses, desde los hogares hasta las empresas, luego de pasar por la administración, deberán aprender de nuevo a reducir su consumo eléctrico en las horas de pico y consumir menos gas en invierno.
Algunas de las medidas recopiladas en un documento de 50 páginas ya se conocían, como el apagado de carteles y publicidad luminosos de la una a las seis de la madrugada, salvo en polos de transporte, que se publicó este jueves, en el Diario Oficial.
La batería de propuestas en su mayoría voluntarias y que, en palabras de Macron, buscan «ganar en eficacia» y atacarse a los «costos ocultos» incluyen un control del termostato: 19ºC en general en interiores, como oficinas, 14ºC en los gimnasios.
La temperatura del agua de las piscinas deberá reducirse un grado, la iluminación en los estadios antes o después de un partido deberá ser un 50% menor de día y un 30% menor de noche, y las estaciones de esquí deberán adaptar el uso del telesillas al aforo.
El gobierno incitó a teletrabajar y prevé aumentar las indemnizaciones a los funcionarios que lo hagan; anunció «bonos» para quienes se inscriban en una plataforma para compartir autos; y pidió que los trabajadores públicos limiten su velocidad a 110km/h en autovías.
Otras de las medidas son apagar de noche la iluminación de monumentos como la pirámide del Louvre o el Palacio de Versalles; cortar el agua caliente en los edificios de la administración, salvo en duchas; y un aumento de las ayudas para la renovación energética.
Los ecologistas
Este plan, que llegó tras días de polémicas sobre el uso de jerseys de cuello alto y abrigos por Macron y algunos ministros para concienciar sobre la situación, no acabó de convencer a la patronal y los grupos ecologistas.
El presidente delegado de la patronal Medef, Patrick Martin, expresó sus dudas sobre el impacto energético de un teletrabajo generalizado y abogó por el control del termostato o la creación de «embajadores de la sobriedad» en las empresas.
Anne Bringault, de la ecologista Red Acción Clima, alertó sobre la ineficacia de estas medidas voluntarias sin no hay un mecanismo de seguimiento. El gobierno respondió que monitoreará el consumo semanal de gas y electricidad.
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