Panamá.

En el Distrito de Parita, un artesano lleva dos décadas dedicado a la elaboración de castañetas —o “cascañetas”, como se les conoce en esta región—, un instrumento tradicional que acompaña a las danzas típicas del “diabólico sucio” con y sin burrión.

El maestro explica que la madera más resistente para su fabricación proviene del corazón de balo y del corazón de moro. Con herramientas básicas, abre los orificios, calza las piezas y utiliza synfilm y lijas para dar el acabado final.

El proceso inicia con el marcado del molde, luego se perforan los huecos y se coloca un hilo resistente que permite sujetar las castañetas a los dedos.

La técnica varía según la región. Mientras que en Los Santos se les llama castañuelas y suelen colocarse de manera distinta en las manos, en Parita la tradición dicta un amarre más corto y preciso, lo que imprime un sonido característico al instrumento.

Un par de castañetas puede tomar cerca de una hora de trabajo, y en una jornada dedicada el artesano logra elaborar entre tres y cuatro pares.

Me siento contento cuando veo a los niños sonando eso en la calle, porque así la tradición no se va a perder”, afirma orgulloso, convencido de que este oficio mantiene viva una herencia cultural que distingue a su comunidad.

Por: Sertv.