Japón.

El regulador nuclear de Japón aprobó un plan para liberar más de 1 millón de toneladas de agua contaminada de la planta de Fukushima al océano, lo que provocó el malestar de China.

Este proyecto ha sido adoptado por el gobierno y respaldado por la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Según los expertos, el tritio solo es peligroso para los humanos en dosis muy concentradas, situación a priori excluida en caso de que se produzca una liberación en el mar a lo largo de varias décadas, tal y como prevé Tepco el operador de la planta.

Su dilución en el mar ya se practica en Japón y en el extranjero en instalaciones nucleares en funcionamiento.

La Agencia Internacional de Energía Atómica también cree que este proyecto se realizará en pleno cumplimiento de los estándares internacionales y que no causará daños al medio ambiente.

Tepco tiene previsto iniciar la operación en la primavera de 2023, tras la construcción de un conducto submarino para transportar agua tritiada a aproximadamente un kilómetro de la costa.

Pero el operador todavía tiene que obtener las autorizaciones previas del departamento de Fukushima y los municipios cercanos a la planta.

El proyecto fue criticado por sus vecinos, China y Corea del Sur, así como por organizaciones ambientales como Greenpeace.