Croacia.
El Parque Nacional de Paklenica, en Croacia, alberga uno de los hayedos más antiguos de Europa. Protegido por la UNESCO, en él la tala de árboles está totalmente prohibida.
Es algo crucial, pues bosques primitivos como éste son un refugio para la biodiversidad. Además juegan un papel clave en la lucha contra el cambio climático.
El problema es que tras siglos de deforestación masiva en toda Europa, apenas quedan unas pocas zonas de este tipo.
Zlatko es uno de los guardas forestales del parque:
“En los árboles muertos viven muchas especies de insectos, que a su vez son el alimento de muchas aves que viven en este bosque. Y por eso los árboles muertos son tan importantes en bosques como este”, explicó Zlatko Marasović, uno de los guardas forestales del parque.
Un proyecto llamado Beech Power trata de proteger los últimos hayedos que quedan en Europa. Los parques nacionales de cinco países de la Unión Europea comparten, a través de este programa, conocimientos para su preservación.
El presupuesto total de esta iniciativa es de casi 1,9 millones de euros. Más de un millón y medio procede de la política de cohesión europea.
Una parte importante de este proyecto consiste en crear programas educativos y lazos entre comunidades. Un grupo de estudiantes croatas y alemanes disfrutan del aire puro y aprenden la importancia medioambiental del bosque.
“Este intercambio y todo en general es muy bonito. Además conocemos a gente de diferentes países”, contó Leonardo Kneževic, alumno de una escuela que visita el hayedo.
La profesora Ana Katalinic también comentó: “El parque nacional de Paklenica es una zona de gran valor. Los niños que viven aquí están acostumbrados y no se dan cuenta de que es una maravilla, o quizá no lo perciben tanto como alguien que viene de otro país. Así que este intercambio con estudiantes alemanes tiene un valor inestimable, ya que así pueden ver el parque con otros ojos y acordarse de por qué es tan valioso y bello”.
Los hayedos ocupaban antiguamente más de 90 millones de hectáreas en toda Europa. Hoy, esa cifra apenas llega a las 90 mil. Con mejores prácticas y programas educativos, sembramos la semilla de la esperanza de una mejor preservación de esos ecosistemas.
“Este proyecto es muy importante para el Parque Nacional de Paklenica. Hemos intercambiado experiencias con otros países de Europa y hacemos partícipes a los niños en el proyecto. Es muy importante fomentar el amor y el respeto por la naturaleza en las nuevas generaciones, que serán los guardabosques de este parque en el futuro”, concluyó Zlatko Marasović.
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