México.

El pájaro carpintero golpea un punto de un tronco 22 veces en un segundo. Los físicos que han medido el efecto de este impacto en la cabeza de esta ave, calculan que equivale a lo que en física se conoce como una desaceleración de mil 200 G.

Las unidades G son empleadas por los físicos para medir el impacto de un cuerpo cuando sufre una desaceleración brusca o lo que es lo mismo un choque. Físicos y biólogos se han preguntado cómo resiste el pájaro carpintero esta fuerza si el ser humano sufre contusiones graves con 80 o 100 G.

Un examen minucioso de la cabeza de este animal muestra que tiene un pico que es elástico a pesar de su dureza, el soporte de su lengua es fibroso y resistente, una parte del hueso que forma el cráneo es una esponja ósea y el líquido cefalorraquídeo absorbe la vibración. La suma de estos factores le confiere a esa enorme protección contra el choque.

Hoy los ingenieros de materiales están diseñando pequeños contenedores con materiales que reúnen las propiedades de la cabeza del pájaro.

Su objetivo es que estos sirvan como protección de dispositivos microelectrónicos que es importante que no sufran daño en un choque como es la caja negra de los aviones. Uno de estos contenedores se colocó en el interior de una bala que al ser disparada contra una pared de aluminio sufrió una desaceleración de 60 mil G sin dañarse.

Los actuales protectores de las cajas negras solo resisten mil G. Los fabricantes de Carros de Carrera Fórmula 1 también están interesados en adoptar esta tecnología para proteger a sus pilotos.

Por: Dirección General de Divulgación de la Ciencia UNAM.