Alexander Freund.

Los suministros de sangre escasean en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los servicios de donantes de sangre en muchos países enfrentan el desafío de proporcionar suficiente sangre, garantizando tanto calidad como seguridad. De los 118,5 millones de donaciones de sangre anuales en todo el mundo, el 40 por ciento se realiza en países de altos ingresos, es decir, el 16 por ciento de la población mundial.

Sin embargo, muchas veces ni los pagos en efectivo ni los obsequios atractivos convencen al suficiente número de personas para que donen sangre. Sólo en Alemania se necesitan unas 15.000 unidades de sangre cada día.

 

¿Qué se analiza en la sangre de un donante?

 

Quien quiera donar, tiene que estar sano. Para comprobar que no existe una infección en el momento de realizar la donación, se miden el valor de hemoglobina y la temperatura corporal con un pequeño pinchazo en la yema del dedo o en el lóbulo de la oreja.

La sangre se analiza en busca de anticuerpos contra varios virus. Hay que descartar hepatitis, VIH, sífilis y una infección por parvovirus B19. Luego, los médicos verifican el formulario de registro, el pulso y la tensión arterial. Si todo está bien, la persona puede donar sangre.

 

¿Cómo se pueden simplificar las donaciones de sangre y plasma?

 

En 2023, se modificó en Alemania la ley de transfusiones, que no sólo permitió el uso de procedimientos telemédicos para realizar donaciones, sino también que estas fueran posibles sin médicos.

El uso de la telemedicina ayuda a garantizar el suministro de sangre en regiones con escasez de doctores y a ampliar los horarios de apertura de los centros de recogida de sangre. El médico sólo está conectado vía video con el personal sanitario y los donantes. Esta forma de donación telemédica está destinada a quienes dan su sangre de forma regular y no por primera vez.

 

Reacciones divididas ante la donación de sangre telemédica

 

La Asociación Médica alemana no ve con buenos ojos la telemedicina en el terreno de la donación. «Los médicos pueden evaluar peor el estado de salud real del potencial donante a través de una transmisión de video: ¿la persona respira bien, está pálida o tiene los labios ligeramente azulados? De forma presencial, esta evaluación es más fácil», explica Sven Peine, médico y director del Instituto de Medicina Transfusional del Hospital Universitario UKE de Hamburgo-Eppendorf.

Sin embargo, representantes de los pacientes, como la asociación BAG SELBSTHILFE, acogieron la nueva normativa con satisfacción. Dicha organización, que agrupa a enfermos crónicos, discapacitados y a sus familiares con alrededor de un millón de miembros, apuesta por «simplificar las normas para la donación de sangre y plasma, ya que los afectados siempre tienen que temer que pueda haber escasez, especialmente en las donaciones de plasma«.

 

¿La sangre artificial de laboratorio resuelve todos los problemas?

 

La sangre artificial podría ser otra solución a la escasez de sangre de donantes, sobre todo para pacientes con tipos de sangre raros o con intolerancias específicas.

En total existen más de 30 sistemas de grupos sanguíneos diferentes: el ABO y el factor Rhesus son cruciales para las transfusiones de sangre. Sólo el grupo sanguíneo 0- puede usarse universalmente, pero estos donantes no son muy comunes.

En abril de 2024, investigadores de Dinamarca y Suecia lograron convertir sangre de los grupos A y B en sangre del grupo 0 usando enzimas de una bacteria intestinal. Un estudio de 2019 ya había demostrado que la conversión era posible.

 

Transfusión exitosa de glóbulos rojos

 

La producción de plaquetas (trombocitos) y, sobre todo, de glóbulos rojos (eritrocitos) es muy compleja, ya que deben proceder de células precursoras especiales de la médula ósea. Los enfoques más innovadores se centran en modificar genéticamente estas células progenitoras con el fin de producir mayores cantidades de eritrocitos.

En Francia y Gran Bretaña ya se han realizado las primeras transfusiones de glóbulos rojos producidos artificialmente en cantidades muy pequeñas, alrededor del 1 por ciento del contenido de una donación de sangre normal. No hubo complicaciones ni efectos secundarios. Los resultados se evaluaron como un avance médico relevante.

 

Riesgos y desafíos de la sangre artificial

 

Sin embargo, el desarrollo de sangre artificial no está exento de riesgos: pueden producirse reacciones inmunitarias si el cuerpo reacciona a enzimas o componentes extraños de la sangre artificial con un shock anafiláctico, que puede llegar a ser mortal. También debe garantizarse que la sangre artificial pueda cumplir todas las funciones de la sangre normal, adaptándose a diferentes grupos sanguíneos y a los requisitos específicos del receptor.

Pero aún hay que esperar algunos años para que la sangre artificial esté disponible en cantidades suficientes para su uso generalizado. Hasta entonces, las donaciones de sangre siguen siendo indispensables para la medicina transfusional.