México.

El Lago de Chapala es el cuerpo de agua más grande de México, forma parte de la cuenca Lerma-Chapala y es hogar de una gran diversidad de flora y fauna. Además, esta laguna se encarga de proveer distintos servicios ambientales para quienes habitan la región. 

Desafortunadamente, el lago presenta niveles de contaminación debido a factores, como la actividad industrial y el vertido de aguas negras y otros residuos, por mencionar algunos ejemplos.

Frente a este panorama, Ingrid Valeria Servín Ramos, estudiante de la preparatoria regional de Jocotepec de la Universidad de Guadalajara (UdeG), realizó un proyecto de concientización sobre la contaminación del agua, a causa del líquido lixiviado de microplásticos.

 

“Yo soy de, como mencioné antes, de la preparatoria regional de Jocotepec y esta estaba muy cerca del Lago de Chapala. Entonces, yo vi una problemática que afectaba mucho, pues básicamente había un vertedero el cual era el espació final de los residuos del municipio, pues no había como un lugar adecuado para degradar los residuos. Entonces se empezaron a degradar en un lugar que no tenía las disposiciones o las adecuaciones para que este fuera un relleno sanitario y empezó a afectar. Básicamente cuando la basura se degrada de una forma inadecuada se producen los lixiviados, que es como liquidito que viene saliendo de la basura. Entonces este se fue directamente a los mantos acuíferos porque se filtró por lo mismo de que el lugar no era adecuado. Esto empezó a afectar a las personas”, detalló. 

 

Los lixiviados son líquidos de olor putrefacto y penetrante, causados por la degradación de residuos sólidos, tanto de tipo orgánico como inorgánico. Los desechos plásticos que eliminamos en nuestros hogares, también forman parte de éste sistema. 

Al no contar con rellenos sanitarios adecuados para su descomposición, este líquido con microplásticos provoca la contaminación de aguas subterráneas y superficiales. Un problema que repercute en la salud pública. 

 

“A partir de esto vi que era una problemática muy grande que, aunque la gente piensa que es como algo de, “ay, pues simplemente reciclaría”, pues realmente no. Vi que afectaba pues grandemente, ya que preguntando con más personas que eran de diferentes localidades como San Luis Soyatlan, San Juan Cosala, este vi que había muchas personas de mayor edad que sufrían de alergias, sufrían de problemas renales a partir de esa problemática”, explicó.

 

De acuerdo con un artículo publicado en el repositorio PubMed Central (PMC) de la Biblioteca Nacional de Médicina de los Institulos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, las partículas de micro y nanoplásticos, que llegan a nuestro cuerpo, son potencialmente cancerígenas.

Por estas razones, Ingrid trabajó en un proyecto orientado a ofrecer una solución: un etiquetado para los envases de plástico. El objetivo es que el consumidor identifique el plástico que está comprando y le permita conocer qué tan dañino resulta su uso, cuánto tarda en degradarse y su eficiencia en términos de reciclaje. 

Se trata de una propuesta con potencial para legislar y exigir a las empresas y autoridades que tomen decisiones sustentables y enfocadas en la salud.

 

“Eh, esta fue como que una idea que presenté y esta que fuera como que a raíz también o a la par de legislaciones, ya que aunque en Jalisco sí las hay, realmente no se cumplen y no nada más en Jalisco, sino en todo el país, ya que, por ejemplo, creo hay alrededor de 20 rellenos sanitarios en todo México, pero que cumplen realmente las adecuaciones, ninguno”, apuntó. 

 

Este proyecto ha llevado a Ingrid a ser galardonada tanto a nivel nacional como internacional. La competencia más reciente le dio un pase de acreditación para concursar en Zimbabwe. 

Las nuevas generaciones están cada vez más involucradas en el desarrollo de alternativas que apoyen a sus comunidades. Este año, Ingrid comenzará con su educación universitaria. Le hace mucha ilusión convertirse en médico, y desde las áreas de la salud, seguir aportando con soluciones científicas al entorno que la rodea.

 

Por: Denisse Godínez  / NCC Iberoamérica.