Francia.

El cohete europeo Ariane 6 despegó con éxito desde la plataforma de lanzamiento en Cuju, en la Guayana Francesa, y logró poner en órbita los microsatélites que transportaba. Este triunfo del primer vuelo de la nave europea marca el regreso a un acceso autónomo al espacio para Europa, pero la misión no fue perfecta al final del vuelo, ya que el cohete se desvió de su trayectoria.

La reentrada en la atmósfera de la etapa superior que debía aterrizar en el Pacífico, lejos de cualquier tierra habitada, no se produjo. Sin embargo, esta anomalía no borra el alivio de los responsables espaciales europeos por el éxito del objetivo principal, poder poner satélites en órbita.

El Ariane 6 que se puso en marcha en 2014 tiene capacidad para poner en órbita satélites geoestacionarios a 36.000 kilómetros de altitud, y también constelaciones de satélites a cientos de kilómetros de la Tierra.

Este vuelo era estratégico para los europeos y su continuidad frente al gigante estadounidense SpaceX, que lanza sus cohetes reutilizables Falcon 9 alrededor de dos veces por semana. Después de este primer vuelo, se necesitarán varios meses para analizar los datos transmitidos por los múltiples captores del cohete antes de realizar un primer lanzamiento comercial a finales de año, probablemente con el satélite de observación militar francés CCO -3. Se prevén seis vuelos de Ariane 6 en 2025 y ocho al año siguiente.