Río de Janeiro, Brasil.
Brasil tiene condiciones de ampliar en 3,6 veces su actual capacidad de producción de energía mediante la regulación del sector de generación eólica en alta mar, algo que el Gobierno pretende garantizar este mismo año, según un estudio divulgado este martes por la patronal de los industriales.
De acuerdo con el informe de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Brasil tiene potencial para generar 700 gigavatios (GW) de energía con la instalación de parques eólicos marinos en su litoral, un volumen más de tres veces superior a la actual capacidad de generación instalada del país (195 GW).
El estudio identificó las áreas en alta mar con el mayor potencial de generación eólica, que se concentran en el litoral de los estados de Piauí, Ceará, Río Grande do Norte, Río de Janeiro, Espíritu Santo y Río Grande do Sul.
«Y ese potencial, que ya es una realidad en Europa, Asia y Norteamérica, comenzó a dar sus primeros pasos en Brasil con las peticiones de licencia ambiental para desarrollar proyectos de eólica marina presentados por diferentes empresas ante el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA)», dice la patronal.
Según la Confederación, hasta el 30 de agosto el IBAMA había recibido peticiones de licencia para instalar 78 parques de eólica marina con una capacidad sumada para generar 189 GW de energía, casi toda la capacidad instalada del país actualmente.
Pero «aún hay barreras para la actividad», la principal de las cuales es la falta de un marco legal que ofrezca seguridad jurídica a las inversiones, alerta el estudio.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, aprovechó su participación este mismo martes en la 14 edición del Brazil Wind Power para anunciar que tal barrera será superada este mismo año.
«He participado directamente en la articulación con el Congreso para avanzar finalmente en la aprobación de un marco legal para la eólica marina. Este fin de semana debatí con el ponente del respectivo proyecto de ley en la Cámara de Diputados sobre la solución estructural para el sector y sobre la posibilidad de que sea aprobada este mismo año», dijo.
El ministro agregó que el marco legal ofrecerá seguridad jurídica al proceso de «concesión de áreas marinas»; garantizará las inversiones e impulsará nuevos estudios y proyectos.
«De esa forma fortaleceremos los casi 80 proyectos eólicos marinos ya en proceso de licencia ambiental. Queremos ese potencial inicial de 200 GW de energía adicional», afirmó.
El ministro aseguró que Brasil tiene demanda para toda esa energía debido a que su economía está creciendo; pretende descarbonizar aún más su matriz eléctrica (actualmente del 90 % de renovables) y planea ofrecer el excedente para ayudar a los países desarrollados en el proceso de transición energética.
De acuerdo con el estudio de la CNI, la energía renovable de las eólicas marinas garantizará que Brasil se consolide como una potencia en la producción y exportación de hidrógeno verde, que el país puede aprovechar para la producción de «acero verde», metano, combustibles limpios y hasta fertilizantes.
«Ya contamos con anuncios de inversiones por 30.000 millones de dólares en proyectos para producir hidrógeno verde en el país, algo que nos permitirá liderar la transición energética a nivel global», afirmó el ministro.
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