Francia.

Construida en secreto en la base estadounidense de los Álamos, la bomba atómica estuvo lista en el verano boreal de 1945. Sus componentes separados fueron llevados a la base militar de Tinian, donde se ensamblaron para formar dos bombas.

La primera, apodada a Little Boy, era una bomba de uranio de 4,5 toneladas con una potencia equivalente a 15 kilotones de TNT. Fue cargada en el bombardero B-29, el Enola Gay. Al amanecer del 6 de agosto despegó rumbo a Japón, acompañado por otros dos aviones, uno encargado de mediciones científicas y el otro de tomar fotografías. Hiroshima, que tenía una gran base militar, encabezaba la lista de objetivos.

Cuando los aviones llegaron, el cielo estaba totalmente despejado. El Enola Gay dejó caer la bomba a las 8: 15 locales. Para amplificar su efecto, Little Boy explotó antes de tocar el suelo, 600 metros sobre el centro de la ciudad. Una enorme bola de fuego iluminó el cielo y se transformó en una densa nube blanca que se elevó 15.000 metros.

En tierra, colapsaron edificios en un radio de 2 kilómetros del epicentro y se produjeron incendios por todas partes. Al menos 70.000 personas murieron en el acto y decenas de miles fallecieron después debido a sus heridas o a los efectos de la radiación. Se estima que mató a un total de 140.000 personas.

Tres días después, el 9 de agosto, Estados Unidos lanzó una segunda bomba, esta vez de Plutonio. La ciudad elegida originalmente, Kokura, quedó oculta por las nubes. Por eso el bombardero Boxcar cambió el objetivo a último minuto y se dirigió a Nagasaki.

La bomba, apodada Fat Man, explotó a 500 metros de altitud. El número de muertos llegó a 74.000 para el fin de 1945. Con una fuerza estimada de 20 kilotones de TNT, la segunda bomba fue más potente que la primera, pero las colinas de Nagasaki atenuaron los efectos de la explosión, cuyo epicentro se situó sobre una zona industrial menos poblada que la de Hiroshima.