México.

Los humanos siempre mostramos alguna preferencia al usar cierto lado de nuestro cuerpo, lo cual se expresa a través del uso de la mano o de la pierna. A esto se le llama lateralidad, y se define por ser zurdo o diestro. Este fenómeno ocurre porque el cerebro tiene dos hemisferios: en una persona zurda el hemisferio dominante es el derecho, mientras que en una persona diestra es el izquierdo.

Se ha observado que esto también lo manifiestan los animales —peces, aves y mamíferos—, aunque en menor grado. En los caballos de carreras es muy importante detectar si el animal es zurdo o diestro, pues en las pistas corren en sentido contrario a las manecillas del reloj y los diestros se ven favorecidos, ya que la zancada de la pata derecha es más larga y les facilita dar la vuelta a la izquierda.

Este dato puede predecir, desde el inicio, las probabilidades de que un caballo vaya a ser competitivo y ganar una carrera. En los humanos diestros también se ha encontrado que el remolino del cabello tiende a voltearse en el mismo sentido de las manecillas del reloj; al contrario, no suele ocurrir. Se cree que esto se debe a que el desarrollo cerebral y el patrón de su crecimiento están controlados por los mismos genes.

Por: Dirección General de la Divulgación de la Ciencia UNAM.