México.

Las personas que sufren o han sufrido acoso escolar suelen presentar desajustes psicosociales, problemas psicológicos y síntomas psicóticos. De acuerdo con un estudio de la Subsecretaría de Educación Media Superior y el Instituto Nacional de Salud Pública Mexicano, los síntomas más comunes son ansiedad, estrés, baja autoestima, trastornos psicosomáticos y post traumáticos, bajo rendimiento académico, dificultades en las relaciones sociales, rasgos depresivos, predisposición autolesionarse, tendencia suicida o incluso suicidio.

Debido a que el bullying ocurre principalmente durante la etapa en la que se están construyendo una identidad, las víctimas suelen tener consecuencias en su personalidad.

Estudios realizados por la Universidad Internacional de Valencia en España han identificado ciertas alteraciones de la conducta que se generan por esta problemática, como lo son la intromisión, introversión, timidez y aislamiento social.

Un menor víctima de bullying cuando es adulto, tiene mayor tendencia a presentar dificultades para establecer vínculos de amistad o pareja. Existe también la posibilidad de engancharse con relaciones abusivas, trastornos del sueño, desmotivación, ataques de pánico, trastornos obsesivo-compulsivos de ansiedad, irritabilidad, agorafobia y esquizofrenia.

Investigaciones realizadas por médicos canadienses y británicos determinaron que las víctimas de bullying pueden llegar a sufrir cambios en la estructura circundante del gen ser, que regula la serotonina y al estado de ánimo, lo que puede hacer su comportamiento más agresivo.

En ciertos casos, una persona que haya sufrido bullying puede desarrollar una psicopatía, al adaptar el rol del victimario para vengarse del daño que una vez recibió, reproduciendo de nueva cuenta este círculo de violencia y destrucción moral.

Por: TV UNAM.