Así avanza la revolución de energía renovable

Honduras.

Las energías renovables son fuentes de energía limpias e inagotables que provienen de recursos naturales como el sol, el viento, el agua, la biomasa y el calor geotérmico. A diferencia de los combustibles fósiles, no generan emisiones contaminantes y contribuyen significativamente a la lucha contra el cambio climático. Su uso se ha expandido en todo el mundo como una alternativa viable y responsable para garantizar la sostenibilidad energética del planeta. 

“De hecho, en Costa Rica el 90% de su producción es a base de pura energía renovable. También en Perú, entre el 80 y 90% de su energía producida es con energías renovables. Sin embargo, sí se necesita parte de energía no renovable como la térmica, la que se produce con el carbón o el petróleo, porque como las energías renovables utilizan recursos que pueden ser variables o cambiantes con el tiempo, las estaciones del año, entonces no da una seguridad del 100% de que siempre se pueda abastecer por esos medios”, dijo Valería Solórzano, ingeniera eléctrica. 

En países como Honduras, el potencial para el desarrollo de energías renovables es alto, especialmente en energía solar e hidroeléctrica. Estas fuentes no solo ayudan a diversificar la matriz energética nacional, sino que también promueven el acceso a la electricidad en comunidades rurales y alejadas. Además, impulsan la economía local mediante la creación de empleos verdes y la innovación tecnológica. 

“La energía solar es la más accesible y es la que en muchos hogares se puede encontrar. Hay desde lámparas solares, hay paneles en los que se puede abastecer para calentar agua o para cocinar. Hay comunidades donde el acceso a la electricidad es tan inaccesible, realmente, que se abastecen con su propia mini central hidroeléctrica”, destacó Solórzano.

A medida que avanza la conciencia ambiental, las energías renovables se consolidan como un pilar clave para el desarrollo sostenible. Apostar por ellas no es solo una necesidad ambiental, sino también una decisión estratégica para construir un futuro más limpio, justo y resiliente para las próximas generaciones.

Por: STVE.