Japón.

Harajuku, un distrito de la capital, famoso en todo el mundo por su moda callejera adolescente. También hay mucho que ofrecer aquí para aquellos interesados en la cultura y la historia. En el corazón de la cultura callejera de Harajuku, la calle Takeshita tiene 350 metros de moda, color, comida y diversión. Mathilde, una diseñadora de moda francesa que trabaja en la zona, cuenta que Harajuku es un estilo de vida.

“Para mí el Harajuku es un estilo de vida que he adoptado desde hace más de diez años. Hay una comunidad alrededor de este movimiento de moda y podemos conocernos, podemos relacionarnos, forjar amistades también. Harajuku es el estilo Lolita que existe desde hace mucho tiempo. También está el estilo de decoración, que es muy colorido, con muchos accesorios. También hay algunas mezclas con estilos tradicionales japoneses con kimonos como el que llevo hoy. También pueden ser estilos más oscuros, un poco más góticos”, mencionó Mathilde Baker.

En Japón, la cultura kawaii siempre está presente. “Mi padre puso esta tienda en 1980. Ya han pasado por aquí muchas tendencias juveniles. Ahora tenemos la cultura kawaii, la esencia es que mezclamos muchas culturas de otros países. Si te sientes guapo, eso es kawaii. A los japoneses les gustan las normas, pero por otro lado tenemos también un espíritu punk”, platicó Rimma Doi, CEO de ACDC Rag.

Es probable que el espíritu libre de Harajuku sea el resultado del choque entre las culturas japonesa y occidental que la zona experimentó después de la Segunda Guerra Mundial. Y aquí es donde todo empezó, esta juguetería Omotesando fue una de las primeras en vender artículos originales a las familias estadounidenses que vivían cerca del parque Yoyogi justo después de la guerra, algo que hizo crecer la reputación de la zona como un vecindario que marcaba tendencias.

“El Ejército de los Estados Unidos quería hacer del Parque Yoyogi un lugar donde los oficiales pudieran vivir con sus familias. Lo convirtió en un complejo familiar llamado Washington Heights. Los Juegos Olímpicos se celebraron en 1964 y en ese momento la Villa Olímpica acogió a muchos atletas. El Parque Yoyogi se abrió al público en 1967”, explicó el historiador, Tsuyoshi Yamada.

Hoy en día, Yoyogi es uno de los parques más populares de Tokio. A un tiro de piedra está Meiji jingu cada año más de 10 millones de personas pasan por este arco histórico. Terminado en 1920 este santuario sintoísta está dedicado a las almas del Emperador Meiji y la Emperatriz Shoken fue destruido durante los ataques aéreos estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruido en los años 50 Meiji Jingu es un lugar de recogimiento y meditación.

Aquí, como en el resto de Tokio, lo antiguo cohabita con lo nuevo, diseñado por el arquitecto Kengo Kuma, este museo abrió sus puertas en 2019 para celebrar los 100 años del santuario. Lejos del ajetreo de las calles comerciales, dejar a Meiji Jingu es un remanso de paz, un lugar donde los visitantes pueden perderse en 70 hectáreas de bosque sagrado. Justo en el corazón de Tokio.