Japón.

Ayudar a entrenar las sonrisas en Japón. Esta peculiar demanda cada vez es más popular en el país asiático, tras el progresivo abandono de las mascarillas por la COVID-19.

“Antes de la pandemia había mucha gente que quería entrenar la sonrisa por motivos de salud o belleza. Noto que el contenido de las clases ha cambiado”, dijo Keiko Kawano, fundadora del centro de sonrisas EGAOIKU.

Tras la pandemia, estos servicios se han multiplicado por cuatro desde el año pasado. Los entrenadores de sonrisas, están especializados en desanquilosar los músculos faciales y ayudar a las interacciones sociales.

La sesión comienza puntuando la sonrisa de los estudiantes. Para ello, se toma una fotografía que mide varios parámetros como la forma de los ojos, las mejillas redondas o los dientes.

El 70% de los músculos alrededor de la boca están conectados con los músculos de expresión facial, por lo tanto, si uno deja de mover mucho la boca estos se debilitan.

“Si consigo tener una sonrisa mejor, creo que ganaré confianza en mí misma y tendré más ganas de salir. También me servirá para disfrutar más y reunirme con gente”, dijo Yoko Konishi, participante en el curso de sonrisas.

Frente a un espejo los estudiantes practican su sonrisa y se dan cuenta de que sonreír ayuda a estar de mejor humor y más positivos consigo mismos y con los demás.