HiroshimaJapón 

«La humanidad está jugando con una pistola cargada», ante el creciente potencial de un desastre nuclear, advirtió el sábado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al recordar en Hiroshima el 77 aniversario del primer ataque con bomba atómica.

En la ceremonia anual, Guterres citó el riesgo que plantean las crisis en Ucrania, Oriente Medio y la península coreana, al describir los horrores que vivió la ciudad japonesa.

«Decenas de miles de personas murieron en esta ciudad en un abrir y cerrar de ojos. Mujeres, niños y hombres fueron incinerados en un fuego infernal», declaró.

Los sobrevivientes cargaron la «maldición del legado radiactivo» de cáncer y otros problemas de salud.

Unas 140.000 personas murieron cuando Estados Unidos bombardeó Hiroshima el 6 de agosto de 1945, incluyendo los que fallecieron después de la explosión por exposición radiactiva.

Actualmente, «crisis con graves matices nucleares se propagan rápidamente –Oriente Medio, la península coreana, la invasión rusa de Ucrania», señaló Guterres. «La humanidad está jugando con una pistola cargada».

Antes del amanecer, sobrevivientes y familiares se comenzaron a congregar en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima para dejar ofrendas florales y orar.

Una oración silenciosa se efectuó a las 08H15 (23H15 GMT de viernes), hora en que cayó la bomba.