Montevideo.
Las decisiones sobre qué se investiga, publica y financia en medicina tropical siguen estando, en gran medida, en manos de los países ricos, impulsadas por profundas desigualdades en los consejos editoriales de las principales revistas del campo, según un nuevo análisis.
En una revisión de 24 revistas con más de 2.000 miembros en sus consejos editoriales, dos tercios de ellos eran hombres, más de la mitad provenían de países de altos ingresos y menos del 3 por ciento de países de bajos ingresos.
Europa, América del Norte y Asia Oriental reúnen la mayor parte de la representación, mientras que las regiones más afectadas por enfermedades tropicales siguen estando muy subrepresentadas: América Latina solo tiene 16 por ciento de representación; África subsahariana 11 por ciento; Asia meridional, 10 por ciento; y Oriente Medio y África del Norte, 3 por ciento.
“Cuando los investigadores de países de ingresos bajos y medios están subrepresentados se puede distorsionar la perspectiva a través de la cual se evalúa la investigación”, dijo a SciDev.Net Manish Barik, investigador del Instituto George para la Salud Global en Hyderabad, India, y autor del estudio.
“Los estudios contextualmente ricos y con base local podrían estar infravalorados. Las decisiones editoriales pueden inclinarse hacia temas o metodologías más alineadas con las perspectivas del hemisferio norte, posiblemente dejando de lado las innovaciones lideradas por la comunidad, la experiencia local o los problemas regionales urgentes”, remarcó.
Según Barik, son los editores de los países más ricos quienes deciden qué se publica, incluso sobre enfermedades que afectan predominantemente a los países más pobres, lo que refuerza los desequilibrios de poder de larga data en la salud mundial.
El estudio señala que esto puede llevar a trivializar las enfermedades tropicales como problemas geográficamente limitados, a pesar de la evidencia de que el cambio climático, la migración y las desigualdades globales han expandido su alcance más allá de los trópicos.
Para Marilia Sá Carvalho, coeditora jefa de la revista Cadernos de Saúde Pública, que se edita en Brasil, la falta de diversidad en los consejos editoriales puede hacer que se ignoren temas importantes para ciertas regiones del mundo.
“Si una enfermedad es muy común en el noreste de Brasil, por ejemplo, pero no está en el radar de científicos de Estados Unidos o Europa —porque en esos países no se investiga por falta de fondos o interés—, es posible que se considere poco relevante y no se publique”, dijo a SciDev.Net. “Pero, ¿cómo se puede saber si un tema es relevante o no si no hay investigadores en el comité editorial que conozcan bien la realidad local?”, agregó Sá Carvalho.
El estudio se basó en información sobre la composición del consejo editorial obtenida de fuentes oficiales de revistas o de sus perfiles institucionales, disponibles de manera pública, entre octubre y diciembre de 2024.
El análisis destaca una marcada disparidad de género, al observar que 66 por ciento de los miembros de los consejos son hombres.
También destaca una división geopolítica: 40 por ciento de los miembros del consejo provienen de países del G7 y dos tercios de países del G20, mientras que los países BRICS —incluidos Brasil e India, destacados generadores de investigación en salud tropical— representan menos de una cuarta parte.
Desigualdades en la financiación
Estas disparidades también afectan a la financiación, amenazando con desviar la asignación de recursos de la carga mundial de enfermedades.
Según los autores, el 75 por ciento de los fondos directos y el 70 por ciento de los indirectos que existen para enfermedades tropicales desatendidas se asignan a institutos líderes en países no endémicos. Como resultado, la infraestructura en estos países se moderniza, “mientras se perpetúan los legados coloniales mediante la recolección de muestras en países de bajos ingresos”, afirman los autores.
Alrededor de 85 por ciento de la población mundial vive en países de ingresos bajos y medios; sin embargo, sus voces son marginadas a la hora de definir las agendas de investigación, afirman los investigadores.
“Este desequilibrio corre el riesgo de crear una perspectiva occidental, donde las prioridades de los países de altos ingresos eclipsan las enfermedades derivadas de la pobreza, como se observa en los sesgos históricos contra las enfermedades tropicales desatendidas”, escriben los autores en el artículo.
Afirman que la diversidad en los consejos editoriales no es solo simbólica, sino “esencial para alinear las prioridades de investigación con las necesidades de las poblaciones más afectadas por las enfermedades tropicales”.
Barik añadió: “Es una cuestión de justicia epistémica: quienes están más cerca del problema también deberían participar en la producción y el control del conocimiento”.
Marco Coral-Almeida, profesor de la Universidad de Las Américas en Ecuador y editor adjunto de PLOS Neglected Tropical Diseases, declaró a SciDev.Net: “Por primera vez, cuantifican algo que en América Latina solo había sido especulativo”.
La escasa representación de las voces de los países de ingresos bajos y medios “tiene importantes implicaciones, porque muchos de estos artículos no se limitan al ámbito académico, sino que también informan sobre políticas públicas, prioridades de investigación e incluso intervenciones sanitarias”.
“Si las voces latinoamericanas no están suficientemente representadas, se corre el riesgo de que las realidades y necesidades locales se subestimen, o peor aún, se malinterpreten”, añadió.
Sin embargo, algunas publicaciones afirman estar avanzando en este ámbito.
El colombiano Alfonso Rodríguez Morales, editor jefe de la revista Emerging Tropical Diseases de Frontiers in Tropical Diseases, afirmó: “En nuestra revista, a través de diversas iniciativas, hemos promovido la participación del Sur Global en la producción, revisión y edición”.
“Como editor jefe de una revista de alto impacto en este campo me enorgullece participar como colombiano, a la vez que trabajo con editores asociados y miembros del consejo editorial provenientes del Sur Global, en particular de América Latina y Asia”, dijo a SciDev.Net.
“Raíces coloniales”
Soumyadeep Bhaumik, profesor adjunto de la Universidad Walter Sisulu (Sudáfrica) y jefe de la Unidad de Metainvestigación y Síntesis de Evidencia del Instituto George para la Salud Global (Australia), quien no participó en el estudio, afirma que el campo de la medicina tropical está arraigado en su pasado colonial.
“Si bien se ha logrado la libertad política, el ecosistema de conocimiento en este campo sigue controlado por actores del Norte global”, dijo a SciDev.Net.
“Se han hecho llamados a la descolonización de la salud global y se están llevando a cabo muchas reformas, incluso por parte de los financiadores. Sin embargo, este no es el caso de la medicina tropical”, comentó.
Bhaumik afirma que la perspectiva del estudio sobre los consejos editoriales es importante, porque “los editores son los guardianes del ecosistema del conocimiento”.
Baumik es autor de un estudio de 2019 sobre la diversidad en los consejos editoriales de revistas de salud global, que también concluyó que las revistas podrían mejorar significativamente en términos de representación de género, geografía y nivel de ingresos.
Consultado por SciDev.Net, Alejandro Llanos-Cuentas, médico y profesor emérito del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la Universidad Cayetano Heredia, en Perú, quien no participó en la investigación, enfatizó la relevancia del estudio, pero señaló algunas limitaciones.
Según él, un estudio sobre este tema “requiere una perspectiva holística y un análisis a lo largo del tiempo”.
Los autores del estudio proponen tres medidas clave: adoptar políticas obligatorias de diversidad estructural, equidad e inclusión para garantizar una representación equitativa en términos de género, geografía y nivel de ingresos, especialmente en revistas de alto impacto; implementar programas de mentoría para apoyar a investigadores de países de ingresos bajos y medios, con capacitación específica y políticas lingüísticas inclusivas para ayudar a superar las barreras de ingreso; y aumentar la transparencia en los procesos de contratación para evitar sesgos en la composición de los consejos editoriales.
Barik cree que forjar alianzas entre países ricos y pobres ayudaría a identificar el talento editorial local. Afirma que se debe dar mayor credibilidad al conocimiento de los científicos y profesionales de la salud en los países donde se practica la medicina tropical.
“Necesitamos financiar a científicos en países donde realmente ocurren enfermedades tropicales, no en tierras lejanas”, añadió.
Por: Daniela Hirschfeld vía Scidev.net América Latina y el Caribe
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