México.

Diariamente, casi 30 millones de niñas y niños mexicanos van a la escuela para aprender y relacionarse con otros compañeros. Sin embargo, este espacio no siempre es tan seguro como parece.

El acoso escolar afecta a una gran cantidad de estudiantes poniendo en riesgo su integridad e incluso su vida. Aunque no hay una única causa de este problema, se puede atribuir al contexto de violencia que se vive en el país actualmente.

“La misma cultura mexicana tiene algunas características que promueven las bromas, el llevarnos pesado, las novatadas y, la gente si crece en entornos familiares donde está presente algún tipo de violencia o estos antecedentes, justifican la ocurrencia y lo normalizan, a que es una manera de interactuar con otros”, explicó Mónica Villavicenció-Ayub de la Facultad de Psicología de la UNAM.

La normalización de la violencia ha hecho que el bullying se vuelva parte de la cotidianidad, justificándolo como bromas o juegos de niños, con el fin de evadir la responsabilidad que este problema conlleva. Sin embargo, en los últimos años se ha tratado de visibilizar el tema, lo que ha ocasionado que muchas personas digan que “antes no había bullying”.

“Creo que en la actualidad a lo mejor se empieza a hablar más del tema, o el acceso a la información es más ágil. No obstante, no es un fenómeno nuevo”.

Leyes y políticas como alternativa a la problemática

En la búsqueda por visibilizar este problema, se han creado diversas leyes y políticas públicas como la ley general de los derechos de niñas, niños y adolescentes y la ley para la promoción de convivencia libre de violencia en el entorno escolar de la Ciudad de México, esto con el fin de combatir el acoso escolar.

Sin embargo, los casos no han disminuido, pues el bullying no solo es físico, también hay agresiones psicológicas, humillaciones o acoso en Internet, conocido como ciberbullying con consecuencias fatales ya que las personas que viven acoso escolar pueden incluso perder la vida.

Prueba de esto son casos como el de la menor Norma Lisbeth, que fue atacada con una piedra por una de sus compañeras, lo que ocasionó la muerte de la estudiante, o Carlos aquilar, quien falleció en pleno salón de clases al ser golpeado y aplastado por un grupo de compañeros. Como ellos muchos casos más que por falta de conocimiento, no se logran atender a tiempo.

“Si bien es muy valioso el impulsar políticas y protocolos en las escuelas, si no tenemos una visión más amplia, más holística que incluya las familias, a la sociedad y el contexto nacional, no se va a lograr erradicar el problema”, comentó Mónica Gonzáles Contró, directora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Por: TV UNAM.