Corea del Sur.

Un grupo de científicos surcoreanos busca revolucionar la alimentación, para ello inyectan células cultivadas de carne vacuna a granos individuales de arroz, dando lugar al llamado ‘arroz carnoso’. Según su líder, esta puede convertirse en ‘una forma ecológica y ética para que la gente obtenga sus proteínas’.

El arroz posee una estructura ligeramente porosa parecida a algo que absorbe agua, esto permite que el penetre eficazmente hasta el interior. En consecuencia, ofrece una estructura ideal para que las células crezcan uniformemente de adentro hacia afuera”, dijo Hong Jin-kee, profesor de la Universidad de Yonsei de Seúl.

Esta variante contiene 8% más proteína y 7% más grasa que el arroz normal. Hong y su equipo buscan llevar el proceso a gran escala y esperan que su creación sea aprobada para uso en situaciones de emergencia alimentaria en dos países africanos.

“Para quienes están limitados a una sola comida al día, un ligero aumento de las proteínas, incluso un pequeño aumento porcentual, se convierte en algo increíblemente importante”, agregó Jin-kee.

Empresas de todo el mundo han buscado comercializar alternativas a la carne, como la de origen vegetal o cultivada, debido a los cuestionamientos éticos a la cría industrial de ganado y las preocupaciones por las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la ganadería.

No obstante, algunos académicos citan posibles preocupaciones éticas con la carne cultivada por el origen de las células animales, en particular sobre los antibióticos y hormonas empleados en el proceso.

Corea del Sur no ha aprobado ninguna carne cultivada para consumo, pero en 2022 anunció planes para destinar millones de dólares a un fondo de tecnología alimentaria, al tiempo que identificó a la carne cultivada como un área prioritaria de investigación.

Este es el primer método por el que podemos obtener proteína animal sin sacrificar ganado”, apuntó.

Hong está convencido de que la biotecnología puede mejorar la forma en que los humanos se alimentan. Por ejemplo, asegura que una cocina futurista con inteligencia artificial, podrá evaluar la salud de una persona por análisis de sangre e instruir a un robot que prepare el desayuno más saludable posible.