Alemania.

El cardiólogo internista, Stepan Waller, explicó cómo se genera la obesidad en los seres humanos y cómo podemos prevenirla e incluso revertirla, en caso de padecerla.

“Hace poco tiempo una madre jóven y su hijo de 8 años vinieron a verme al consultorio. Aunque la verdadera razón de la visita era la alta presión arterial de la madre, me pareció que su hijo tenía un problema aún más grande. Mientras esperaba junto a ella, me di cuenta de que ya era evidentemente obeso. Tenía los ojos pegados al celular y estaba absorto jugando, mientras terminaba la gaseosa supergigante que le había sobrado del “desayuno” en un restaurante de comida rápida. Empecé a conversar con su mamá y me dijo que si había notado que su hijo estaba un poco “rellenito”, pero que no creía que fuera un problema, porque todos sus compañeros estaban igual”, comentó.

Según explicó, la obesidad es un problema grave y no solo para los niños. En los últimos años, las ventas de comida rápida y refrescos disminuyeron en EE.UU. Por ello, los gigantes de la comida rápida y refrescos ingresaron a mercados nuevos y se centraron en los niños.

En todo el mundo, hay un gran incremento en la obesidad y este es un problema porque la comida rápida y las bebidas azucaradas representan un gran riesgo para la salud. Podemos acostumbrarnos rápidamente a este tipo productos y volvernos adictos por sus intensos sabores dulces y salados. Estos llevan al consumo de una dieta alta en calorías y baja en nutrientes.

El cuerpo almacena el exceso de energía en forma de grasa, lo que poco a poco ocasiona obesidad. A su vez, esta puede causar diabetes, presión arterial alta y alterar la arteriosclerosis que conduce a infartos y accidentes cerebrovasculares (ACVs). Son consecuencias que se podrían evitar.

“¿Qué consejo le di a esa jóven madre?: la envié a un nutricionista. Toda la familia aprendió a llevar una dieta más sana, a base de productos frescos, vegetales e integrales. Redujeron su consumo de comida rápida, reemplazaron los refrescos azucarados por agua con gas y un poco de limón o jugo de frutas. El hijo se unió al club de karate local, lo que aumentó su autoestima. Un año después, la madre y su hijo volvieron a mi consultorio y no podía creer lo que veía ante mí: un niño feliz de mirada atenta, constitución atlética, mucha más autoestima y una madre orgullosa y agradecida. Les aseguro que ustedes pueden hacer lo mismo”, contó.

Waller sugirió que como medida de prevención evitemos el consumo del azúcar y la comida rápida, además de llevar una dieta saludable con alimentos integrales, “es más fácil de lo que piensan», concluyó.