Con sólo 24 años Morgan Babbs es dueña de su propia empresa, la estadounidense llegó a Nicaragua como pasante para estudiar la necesidad energética en comunidades rurales, así se dio cuenta de la enorme demanda que había y desarrolló el modelo de negocio Colibrí.

Morgan Babbs dice: “Colibrí es proveedor de energía solar para que la gente pueda aprovechar mejor la tecnología. Comenzamos enfocados en zonas rurales con población que no ha tenido acceso a energía (eléctrica) en toda la vida”.

En la comunidad de La mascota en el departamento de Jinotega, se acaba pronto el tendido eléctrico, pero no la demanda de éste.

Muchos campesinos cafeteros han esperado más de 30 años que llegue la luz eléctrica a sus casas.

Ahora con este panel solar Don José Luís, habitante de esta comunidad, puede alumbrar toda su casa. La energía de (una de las) baterías alimenta cuatro bujías y recarga tanto su teléfono celular, como el fijo.

El sistema de pagos se acopla a las posibilidades de los clientes, muchos de ellos por ejemplo dependen de los tiempos de cosecha, Colibrí les facilita las cuotas mensuales para que ellos inviertan en la compra del equipo.

Después de un tiempo, máximo de un año, el panel y la batería son suyos y no vuelven a gastar en electricidad.

En Nicaragua actualmente se pagan los precios más altos de energía eléctrica de toda Centroamérica. Algunas de las causas son, el sistema obsoleto, las malas conexiones y la alta dependencia al petróleo.

Más de 50 por ciento de la energía que se genera en el país es térmica, es decir, a base de combustibles fósiles. Ahora Morgan quiere expandir su negocio a las ciudades, es un camino complicado, pero ella ha demostrado que a pesar de la difícil situación para los emprendedores en Nicaragua, con una buena idea se puede tener éxito. (DW)