México.
Un grupo de investigadores en Nueva York ha sorprendido al mundo al demostrar que los ratones no solo son grandes animales de laboratorio por su inteligencia, sino que incluso pueden aprender a conducir. El estudio se centró en los ratones que habitan en el metro de la ciudad, un entorno al que se han adaptado notablemente: siguen los vagones, esquivan peligros y encuentran comida entre los andenes.
Intrigados por su capacidad de adaptación, los científicos construyeron pequeños vehículos para estos roedores, usando contenedores de plástico como los que suelen transportar frutas.
Dentro de estos carritos instalaron circuitos eléctricos que los ratones podían manipular con sus patas para avanzar, frenar y girar a la izquierda o derecha. Con entrenamiento, los animales lograron aprender a conducir sus mini autos, desplazándose con destreza y demostrando una vez más su notable capacidad de aprendizaje.
Según los investigadores, estos experimentos no solo despiertan curiosidad, sino que abren nuevas posibilidades para estudiar la cognición, el comportamiento y la capacidad de adaptación de los animales a entornos complejos. Mientras tanto, los ratones parecen disfrutar de su nueva vida al volante.
Por: Dirección General de Divulgación de la Ciencia UNAM.
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