Lilium: el espéculo que promete menos dolor en revisiones ginecológicas

Irlanda.

Esta investigadora neerlandesa especialista en diseño médico industrial quiere cambiarle la vida a las mujeres. Junto a otra colega se plantearon rediseñar el impopular espéculo vaginal, instrumento que se utiliza a diario en todo el mundo para exámenes ginecológicos esenciales. El dispositivo metálico es muy impopular, ya que para muchas mujeres su inserción resulta incómoda o incluso dolorosa. El resultado fue un prototipo llamado Lilium.

“Lo que hace único a Lilium es que se despliega como una flor en vez de como un pico de pato y que tiene una forma suave. Se ha diseñado pensando en la paciente y no solo en el médico. Lo que realmente pretendemos es mejorar la experiencia para estar en una posición cómoda en un entorno delicado”, detalló Tamara Hoveling, una de las investigadoras detrás del proyecto.

El espéculo es utilizado para realizar citologías o cribados del Virus del Papiloma Humano (VPH) fundamentales para detectar el cáncer de cuello de útero, el cuarto más frecuente entre las mujeres según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que no realizarse los análisis por temor al dolor implica riesgos.

“He recibido muchos correos electrónicos de mujeres que me han dicho que en realidad no van al ginecólogo por culpa de este aparato, porque tienen miedo, porque han tenido una experiencia traumática, así que en realidad es muy peligroso para su salud por culpa de este simple dispositivo que no les hace justicia”, dijo.

El proyecto Lilium se encuentra aún en una fase inicial y todavía son necesarias más pruebas de ergonomía y búsqueda de materiales durables para perfeccionar el prototipo. Luego, las investigadoras deberán obtener certificaciones de seguridad, realizar ensayos en humanos y conseguir la autorización para su comercialización.

Para financiar estas etapas lanzaron una campaña de financiamiento participativo que en solo dos días recaudó 100 mil euros, superando con creces las expectativas. Esta es una señal, según las investigadoras, de que existe un problema real y de que muchas mujeres realmente quieren un cambio.